Patricia Villarruel Para EL UNIVERSO | MADRID

La sola mención del nombre de Air Madrid arranca una mirada de estupor del rostro de Christian Orozco.

Sus padres no lo verán después de un lustro de ausencia ni conocerán a su nieta Diana, que nació en Madrid dos años atrás. Este obrero de la construcción prefirió no viajar en los vuelos fletados porque “no podía endeudarme de nuevo para volver”. Dijo que hizo un préstamo cercano a los 2.500 euros ($ 3.275) para comprar los boletos.

Orozco fue uno de los afectados que ayer exigieron responsabilidades al Gobierno y la reanudación de vuelos al pie del Ministerio de Sanidad y Consumo.

La protesta, convocada por asociaciones de consumidores, sindicatos y de inmigrantes, reunió a decenas de personas, entre ellas a ecuatorianos, que reivindicaban los derechos de los afectados.

Santiago Morales, presidente de la Federación de Ecuatorianos en España, estima que el número de compatriotas perjudicados ronda las 8.000 personas, de un total de 14 mil que tenían previsto desplazarse entre noviembre y febrero próximos. El dirigente, propietario de la agencia Abya Ayala, basa sus cálculos en los datos que obtuvo de la central de viajes. Hasta la fecha se han receptado 500 denuncias.