En cuanto a la delincuencia organizada, el fiscal jefe de Madrid, Manuel
Moix, hizo hincapié en que «los delitos contra la propiedad, como el
asalto a los casas incluso con los propietarios dentro» proviene de bandas
sudamericanas y de Europa del Este y añadió que este tipo de
organizaciones «son muy virulentas» . «Hace tres años se inició una
escalada en el crecimiento de la delincuencia organizada, pero ahora, al
menos en la Comunidad de Madrid, se está produciendo un cierto freno a
este tipo de violencia, que no quiere decir que haya desaparecido»,
subrayó.
   Además, aseveró que el mundo está viviendo «una
relativización de las fronteras, por lo que el delincuente puede
trasladarse de un país a otro con menores trabas, y sin embargo, – agregó –
hay mayores dificultades para hacer una persecución judicial y policial
fuera de nuestras fronteras».
   Por este motivo el fiscal jefe
madrileño abogó por «erradicar que el delincuente no tenga fronteras y que
el juez, el fiscal y la policía sí las tengan». «En muchas ocasiones el
delito de una persona queda impune porque huye a su país o a otro país,
así que la única manera de combatir la delincuencia transnacional es la
cooperación entre los países implicados», apuntó. De cualquier modo,
insistió en que no hay que criminalizar a los inmigrantes.