Batasuna vuelca su campaña electoral en captar extranjeros para sumarlos a su causa Batasuna está volcando parte de su campaña electoral en la captación del voto inmigrante y en la difusión entre este sector de la población del EHNA – el ilegal carné de identidad vasco – para que sea empleado en los próximos comicios municipales. Ha emprendido un plan en el que utiliza el desconocimiento de la realidad y las leyes de los extranjeros que llegan a nuestro país para sumarlos a su causa.

El segmento de inmigrantes a los que se dirige Batasuna es relativamente pequeño, ya que sólo podrían votar aquéllos con doble nacionalidad o los nacidos en países de la UE.

Para el desarrollo de su estrategia, los dirigentes de la formación ilegalizada están empleando varias de las estructuras de la denominada izquierda abertzale. Por una parte, utilizan la recientemente creada área de inmigración de Batasuna, que es la que diseña las líneas a seguir, y también algunas de las secciones del Foro de Debate Nacional – en el que hay otros partidos, sindicatos y movimientos sociales – y la estructura de Urdabiltza Kursaal, formada durante la pasada tregua, que aglutina a los cargos representativos de Batasuna y que fue repudiada e ilegalizada cuando ETA retomó su actividad armada.

En los centros laborales, esta idea es potenciada por el sindicato LAB y, entre la juventud, quienes colaboran con la campaña son los miembros de la ilegalizada Segi.

El argumento que desarrollan mezcla sus intereses con los de los inmigrantes frente a lo que denominan la acción del Estado represivo español. Según les explican, el marco jurídico español es el que les impide votar y les niega su derecho a la ciudadanía y a la nacionalidad vasca, del mismo modo – sostienen – que también a los vascos se les niega la posibilidad de desarrollar su propia nacionalidad.

La izquierda abertzale se erige así como la única que puede defender sus intereses frente al Estado represor, y la que les proporcionaría una situación legal estable en caso de tener algún tipo de poder en las instituciones o en el panorama político vascos.

Un doble mensaje

Su mensaje va dirigido tanto a los inmigrantes que tienen regularizadas sus condiciones como a los que se encuentran en situación de ilegalidad. En el primer caso, explotando la posibilidad de que sientan algún tipo de aversión por la Administración o, tras ser convenientemente instruidos, sobre el carácter intransigente de un Estado que, según sostienen los radicales, no permite que los vascos sean lo que quieren ser.

Parte de este sector de la población puede votar, y es a éste a quien iría dirigida especialmente la idea del uso del DNI vasco, porque es el modo de escenificar ante la opinión pública la apariencia de que son cada vez más los radicales y los dispuestos a desafiar la legalidad española empleando un documento sin efectos prácticos y cuya expedición está perseguida judicialmente. Del mismo modo, es la forma de demostrarles a los inmigrantes que si el Estado español desprecia sus derechos, Batasuna los reconoce, saltándose con esta iniciativa una legalidad que se niega a asumir.

La izquierda abertzale radical también se dirige a otros ámbitos sociales, como son aquéllos en los que se aglutina la población gitana, y viene utilizando otro tipo de métodos, más alambicados y menos desprendidos, como el de gestionar subvenciones del Gobierno vasco para determinados centros de reunión.

Es el caso, por ejemplo, de la creación, en 2004, del Centro del Mundo Arabe e Islámico Ibn Jaldun Elkartea La Madrasa, en cuya puesta en marcha participó Pedro Alvite, uno de los más peculiares miembros de la izquierda abertzale. La iniciativa no cuajó porque el Gobierno vasco denegó la subvención solicitada.

Precisamente han sido Alvite y un ex concejal de la formación ilegalizada por la localidad de Pasajes, Orbu Lorenzo, los elegidos para dinamizar el área de inmigración de Batasuna.

Pedro Alvite es un profesor de la Universidad del País Vasco, nacido en Las Palmas de Gran Canaria, que en estos momentos disfruta de una excedencia para estudiar euskara. Su primera función dentro de la izquierda abertzale fue la de intervenir como apoderado de Herri Batasuna en las elecciones al Parlamento Europeo de 1989.

Después se presentó como candidato por AuB en las municipales de 2003, una plataforma que resultó ilegalizada y actualmente organiza el área de inmigración en la izquierda abertzale.