El «cozonac» de Luminita
Rumanos de toda la región, y hasta de Toledo, se acercan a una pastelería de Coslada a comprar el pastel típico de Navidad en su país - Rajoy y Aguirre están entre los clientes más ilustres
La Razón, 26-12-2006Enrique Villalba
COSLADA – «El cozonac es el pastel típico de Navidad y Semana Santa en el
sur de Rumanía. Todo el que entra en mi tienda se queda asustado de lo
grande que es, pero está pensado para que se lo coma un rumano. Bueno, o
cinco españoles. Aquí la gente tiene el estómago muy pequeño».
Lumina Tecu es la propietaria de «Cassa Delicatesse», una pastelería de
Coslada dedicada a los productos rumanos. En especial, los dulces. Su
producto estrella es el «cozonac», un bizcocho relleno de frutas o
chocolate que ha traspasado las fronteras de la ciudad y le ha dado fama
en toda la región, sobre todo, entre sus compatriotas. Gracias al boca a
boca, de toda la Comunidad de Madrid y hasta de Toledo llegan ciudadanos
de aquel país a comprar el codiciado y azaroso pastel (se tarda sólo hora
y media en amasar).
De hecho, algunas personalidades como la
Presidenta regional, Esperanza Aguirre, o el secretario general del
Partido Popular, Mariano Rajoy, han pasado por el mostrador de «Luminita»,
como cariñosamente la llaman algunos vecinos. Lumina nació en Budapest.
Hace una década, su padre le compró un terreno para que construyese una
casa.
Sin embargo, como no tenía dinero suficiente para la obra,
decidió venir con su familia a España a ahorrar un poco de dinero. Es
enfermera de profesión, pero, como otros muchos licenciados que vienen del
extranjero, al llegar, se puso a trabajar de lo que pudo. En este caso,
como empleada del hogar. «Pensamos en venir aquí por un año y ya han
pasado ocho. Al principio, estuve trabajando en siete casas a la vez. No
era lo mío, pero había que salir adelante. De repente, hace dos años,
entré en una tienda para comprarle un bollo a mi hija y la tendera me
preguntó si conocía a algún rumano que quisiese alquilar el local.
Entonces me pregunté ¿Por qué no yo?». Dicho y hecho. Lumina se puso manos
a la obra con su nueva empresa.
Y menuda empresa. Lumina trabaja de
sol a sol con sus colaboradoras (todas ellas rumanas) para que su negocio
funcione. No es sólo una pastelería al uso. Venden un montón de productos
de Rumanía, que los proveedores gravan a precio de oro.
En sus
estanterías se pueden encontrar confituras tradicionales de pétalos de
rosa o de membrillo, hojas de uva en almíbar, nata en polvo, o sopas de
verduras. Sin embargo, es en el catálogo de pasteles donde más se aprecia
la cultura rumana. Preparan veinte bizcochos tradicionales de distintas
partes del país centroeuropeo y hasta han inventado un bizcocho
hispano – rumano con nata y café. Pura integración a través del estómago.
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