Asiáticos: reyes del doble fondo
ABC, 26-12-2006POR LUIS DE VEGA, CORRESPONSAL
TETUÁN (MARRUECOS). La frontera del Tarajal, que separa Ceuta de Marruecos, es un hervidero de miles de personas que van en una y otra dirección cada día. La apertura el año pasado del nuevo paso del Biutz para aquellos que transportan mercancías no evita que miles de vehículos sigan cruzando cada día por la frontera. Las inspecciones de las Fuerzas de Seguridad de uno y otro lado se limitan, en la mayoría de los casos, a echar una vistazo al coche y ordenar la apertura del portaequipajes. Esto ha agudizado el ingenio de las mafias, que han hallado en los dobles fondos una nueva forma de hacer negocio con los inmigrantes.
Cada mes logran entrar en la ciudad autónoma entre 50 y 60 asiáticos procedentes del norte de Marruecos. Muchos de ellos lo hacen camuflados en los automóviles con esa nueva técnica. Son datos que maneja la Guardia Civil de Ceuta, responsable de efectuar esos controles e intentar evitar la llegada de «sin papeles». La mayoría pueden llevar semanas o meses esperando en las propias casas de los mafiosos o en pensiones de las localidades cercanas a la frontera, como Castillejos o Mediq.
El precio por cruzar el Tarajal sin ser visto por los agentes marroquíes ni la Benemérita es de unos 700 euros, según la propia Guardia Civil. «Los asiáticos vienen con mucho más dinero que los subsaharianos», reconoce una fuente local en Marruecos. Lo cierto es que es muy raro ver a algún inmigrante de la India, Pakistán, Sri Lanka o Bangladesh en los bosques que rodean las vallas. Tampoco suelen participar en los asaltos en grupo a las verjas.
Las autoridades españolas suelen enterarse de la llegada de estos jóvenes cuando ya han logrado pasar a suelo español y se presentan en la comisaría para informar de su presencia y para que se les aplique la ley de Extranjería. Es decir, que se les identifique, se les traslade al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) y se les abra un proceso de expulsión, que en la mayoría de las ocasiones no se podrá hacer efectivo por la saturación de expedientes. Los agentes españoles apenas pueden sacar información sobre las mafias durante los interrogatorios, pues los recién llegados lo hacen bien aleccionados. En estos momentos, más del 80 por ciento de los internos del CETI de Ceuta son de origen asiático.
Pero la de los dobles fondos en los automóviles no es más que la última técnica empleada. Hay algunas otras que llevan años poniéndose en práctica y que aún se siguen usando para doblegar la vigilancia del litoral.
Falta de vigilancia
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) enviço recientemente un escrito al procurador del Rey – que en Marruecos hace las veces de fiscal – en Tetuán para denunciar la llegada de emigrantes desde las costas marroquíes. Se quejan de que las mafias aprovechan la falta de vigilancia para los traslados en barcos, motos de agua o los conocidos como «motores humanos», personas que arrastran o acompañan al emigrante, con traje de neopreno, a nado.
«Nuestro principal objetivo – dice la AUGC – es que se investigue esta práctica criminal evitando que desde Marruecos se sigan ejecutando estos pases y que, desde nuestro país, se investigue y pongan a disposición judicial a los criminales y evitar mas muertes».
Hace dos meses, agentes de la Guardia Civil llevó detuvo a dos ceutíes implicados en una mafia de tráfico de inmigrantes. Su misión, según relataron a ABC, era vigilar las costas para el desembarco, aconsejar a los pasadores marroquíes sobre el mejor punto de llegada y recibir a los inmigrantes. Ayer mismo, la Guardia Civil localizó a un asiático oculto en el doble fondo de un vehículo conducido por un ciudadano marroquí cuando intentaba cruzar la frontera entre Melilla y Marruecos.
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