Buscar entre la basura
Diario Vasco, 26-12-2006M. B./
Por poco que uno se fije, alguna vez habrá visto personas removiendo la basura que dejan los supermercados cuando cierran. Ocurre, por regla general, en establecimientos de barrio, ya que a diferencia de los hipermercados estos comercios carecen de una gestión de los residuos eficiente. En ocasiones, allí se agrupan hasta familias enteras para rellenar la cesta de la compra con los alimentos perecederos que no se llegan a vender. Algunas, incluso, sobreviven gracias a estas sobras.
Las oenegés que distribuyen comida entre personas necesitadas consideran que en ningún caso se trata de un fenómeno aislado, a pesar de lo que uno pueda pensar, ya que las «penurias son grandes y la necesidad discreta», asegura Ana Muñoz, de Solidarios para el Desarrollo.
Sólo en España la cifra de los sin techo oscila en una horquilla que va de las 50.000 a las 200.000 personas. Sin contar la cantidad de inmigrantes que deambulan sin trabajo ni papeles.
En ocasiones, estas personas acuden a comedores sociales para llevarse algo a la boca. Aunque, según cálculos de Banco de Alimentos, las labores de distribución de comida «apenas cubren el 15% de las carencias que existen», señala su secretario general, Antonio Olivares, que pide a la administración y a las empresas una gestión más eficaz de los productos sobrantes.
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