"Vanguardia". MÉXICO: "Con el Editor: Niños migrantes"
Prensa Latinoamericana, 24-12-2006El número de niños migrantes deportados por la frontera de Sonora aumentó de 6 mil en 2005 a casi 9 mil en 2006.
El DIF Sonora informó que ese estado tiene el primer lugar en recepción de niños deportados sin la compañía de un adulto en el país.
Un caso ilustra la situación: con la ilusion de vivir en EU, Blanca Karina Guzmán, de 17 años, se separó de su hija de dos años de edad y la puso en las manos de un “pollero”. El plan era que madre e hija cruzaran ilegalmente la frontera, pero por separado, para facilitar las cosas. El plan fracasó, y la niña fue deportada.
Blanca no midió el peligro que correría su hija hasta que volvió a encontrarse con ella y se dio cuenta de que le habían cambiado la apariencia: le cortaron el cabello para hacerla pasar por varón, un plan del que la madre nunca fue enterada.
Blanca es una entre miles de mujeres que, con tal de cruzar a EU aceptan separarse de sus hijos, con la idea de que así puede resultar menos difícil.
Flor Ayala, la directora del DIF en Sonora —que tiene a su cargo dos centros de atención a menores repatriados— afirmó que el fenómeno de los niños migrantes tiene su origen en la pretensión de los padres de reunirse con sus hijos. Explicó que en la mayoría de los casos se trata de menores cuyos padres ya se encuentran en EU, y que tienen la capacidad económica para contratar a un “pollero” para que cruce a sus hijos.
Otros niños son separados de sus padres antes de cruzar la línea divisoria, y tratan de engañar a los aduanales estadounidenses con documentos falsos, lo que algunas veces funciona, pero otras, no. Ese fue el caso de Blanca Karina.
El año pasado, el 37.7 por ciento del total de menores repatriados por el gobierno de EU a México fueron recibidos en Sonora. Y en 2006, la mayor cantidad de menores deportados —38 por ciento— han sido regresados por el mismo estado.
El programa de atención a niños migrantes “Camino a Casa”, del DIF Sonora, proporciona a los niños ayuda sicológica, legal y médica.
Los padres no miden la corta edad de los niños a quienes exponen a los peligros de una travesía de ese tipo. Aunque en menor número que otros, niños de entre cero y 10 años son dejados por sus padres en manos de los “coyotes”.
Según los casos atendidos en los albergues de Nogales y San Luis Río Colorado, las autoridades de DIF de Sonora afirmaron que los principales estados mexicanos expulsores de niños son Michoacán, Chiapas, Oaxaca, Jalisco y el Estado de México.
La Patrulla Fronteriza de EU no ha mostrado interés por los niños migrantes, pues continúa tratando a los pequeños como si fueran adultos, señala un estudio del DIF Sonora.
“Algunas repatriaciones se realizan fuera de los horarios dispuestos en los acuerdos binacionales, principalmente porque las autoridades estadounidenses no disponen de un lugar idóneo para los menores”, indica el análisis de la situación actual del problema. Además, los encierran en celdas junto a adultos, lo que implica otra serie de riesgos para los menroes, indica el reporte.
Mucha gente comparte la culpabilidad en este caso; pero la mayor parte es, sin duda, de los padres. Y es que cualquiera puede traer niños al mundo, pero educarlos, y sobre todo cuidarlos, es muy distinto.
Lo que sí puede hacerse, y debería, es imponer fuertes castigos a los padres descuidados y negligentes.
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