“¿Otra vez no vas a venir?” El corazón de Juan Carlos Sisalema se encoge cuando al otro lado del auricular, Carlos, su hijo de 11 años, expresa estas palabras. Los separa un océano y cuatro años y medio sin verse.

“Lo dejé cuando estaba empezando la escuela. Tengo que irme como sea”, dice el guayaquileño. Cuando el jueves pasado, a las 15:30 (hora local), el último vuelo fletado por el Ministerio de Fomento español para trasladar a los ecuatorianos afectados por el cese de las operaciones de Air Madrid despegó del aeropuerto de Barajas, en Madrid, el inmigrante lamentaba “su mala suerte” en la Terminal 1 con su esposa y un bebé en brazos.

Al mediodía recibió una llamada desde el call center que habilitó la Administración. “Nos dijeron que salía un avión y cuando llegamos ya era tarde”. Los 279 pasajeros (88 con destino a Quito y 104 a Guayaquil) ya se encontraban en el aparato gestionado por Iberia que cumplió el trayecto Madrid-Santo Domingo-Quito-Guayaquil-Panamá. Pocos lujos puede permitirse con los 900 euros ($ 1.125) que cobra como empleado del almacén el Corte Inglés. “Me ofrecieron un boleto pero cuesta 2.000 euros ($ 2.250). Si quiero más barato debo esperar hasta febrero; pero no puedo hacerle esto a mi niño”.

A Susana Narváez también la esperan en Quito un hijo de 10 años y un trabajo en el jardín de infantes Odilo Aguilar. Llegó a Madrid el 6 de diciembre para asistir a un seminario sobre labor comunitaria. Al estallar la crisis de la aerolínea de bajo costo resolvió adelantar su retorno previsto para el 1 de enero. Pese a que el dispositivo de emergencia puesto en marcha por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero consideraba prioritarios a los pasajeros que tenían pendiente el viaje de retorno, la parvularia no figura entre los 5.400 beneficiados, porque tampoco llegó a tiempo. “No tenía dinero para pagar un taxi y tomé el metro. Tardé mucho, pero es que me avisaron con una hora de antelación”. La ecuatoriana se quedó varada en el aeródromo y se niega a abandonar la terminal hasta que no le den una solución. La quiteña Gladis Gálvez, en cambio, claudicó el lunes. En agosto invirtió 2.300 euros ($ 2.625) en los pasajes de sus hijos Christian y Valeria. “Estábamos dispuestos a renunciar al billete de vuelta, pero les impidieron viajar en los vuelos especiales, así que decidimos iniciar el trámite para conseguir que nos devuelvan el dinero”.

La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) estableció el plan de reembolso para los clientes de Air Madrid, que dispone de 7,5 millones de euros ($ 8’375.000) retenidos por las ventas de boletos por agentes de viaje en noviembre. Los clientes que adquirieron sus pasajes en este lapso pueden iniciar desde hoy y hasta el 18 de enero los trámites de devolución. Sin embargo, la suspensión de pagos presentada el jueves por Air Madrid bloquearía este plan.

El presidente de la Federación Española de Agencias de Viajes, Jesús Martínez, dijo que tras anular los pagos “el manejo de la empresa pasa a un administrador que agrupará bienes y pagará a los acreedores”. Con prioridad, trabajadores y luego clientes.

ESCENARIOS

Pedido urgente
Patricia Castro, de la Defensoría del Guayas, informó que tiene la crema Mustela súperhidratante que necesita el hijo de Jenny Granda Jaramillo , de 1 año. Iberia rescató en Madrid la maleta perdida con este medicamento. Llamar al (09) 987-0214 o (04) 2569971.

Continuas quejas
La Defensoría del Pueblo en el Guayas anunció ayer que, ante el elevado número de personas que han asistido a presentar sus quejas al resultar perjudicadas por la suspensión de vuelos de la aerolínea española Air Madrid, atiende hoy desde las 08:00 hasta el mediodía.

Plan de reembolsos
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) espera aún fijar la fecha de una cita con Air Madrid para iniciar “el proceso de reembolso” de los fondos de la venta en efectivo de boletos correspondientes a noviembre que están congelados desde que la empresa dejó de operar.

20 mil y no 130 mil
Los 16 vuelos fletados más los cupos reubicados en otras compañías aéreas se dieron, según el Ministerio de Fomento español, “por razones humanitarias”, y la cifra supone más del 20% del total de los perjudicados (unos 20.000) y no 130.000 como lo ha afirmado Air Madrid.