Como ya es tradicional desde hace 192 años, España inició ayer las celebraciones navideñas con un sorteo de lotería que repartió unos 2.800 millones de dólares, la más grande del mundo en cuanto a premios, 702 de ellos para el “gordo”, el número 20.297.

Paradójicamente, esta lotería, pese a ser la que tiene el mayor premio del mundo, suele estar tan repartida que los ganadores reciben premios relativamente limitados en comparación con otros juegos como Loto o el Euromillones.

El número ganador 20297 tuvo un premio de 540 millones de euros (702 millones de dólares), que se repartieron entre 1.800 boletos distribuidos en 180 series, cada una con tres millones de euros (3’900.000 dólares), divididas a su vez en décimos que costaron 20 euros (26 dólares) y entregaban 300.000 euros (390.000 dólares).

Ese número, idéntico al “gordo” en 1903, repartió la fortuna por todo el país pero fue la provincia castellana de Soria, la más despoblada con apenas 100.000 habitantes, pero también la que más juega proporcionalmente la que se llevó la mayor parte.

La joven ecuatoriana Emma Vargas Llanos, de 20 años, que vive en la población de Rebollo de Duero ganó 390 mil dólares con un décimo premiado de la lotería que se lo regaló el propietario del teleclub del pequeño pueblo soriano, donde se repartieron seis series del 20.297.

“Yo compré 1.200 euros (1.560 dólares) en boletos para Rebollo del Duero.
Allí hay 25 habitantes. Todo el mundo recibió al menos uno”, dijo un jubiloso hombre, identificado solamente como Octavio, a la radio Cadena SER.

“Salí del trabajo y me voy a la aldea ahora mismo a decirles y a sonar las campanas”, dijo Octavio, quien compró dos boletos y ganará 600.000 euros (780.000 dólares).

Más de 500 millones de dólares se repartieron entre los 6.000 habitantes de los poblados de Almazán y Berlanga de Duero.

Casi 120 millones de dólares del “gordo” fueron a la localidad sevillana de Santiponce, donde dos de sus habitantes, además del 20.297 llevaban el 37.368, el segundo premio del sorteo y en donde había migrantes latinoamericanos entre los agraciados.

Desde 1812 el sorteo de la Lotería de Navidad atrae cada año a los españoles -que gastaron una media de 175 dólares en más de 153 millones de décimos, reportando al Estado, unos 870 millones de dólares.

Por superstición, los españoles compraron los números acabados en 3, 5 y 7, históricamente los que más dinero han repartido. Un número muy solicitado fue el 22.106, que corresponde al día en que Fernando Alonso ganó por segunda vez el Campeonato Mundial de Fórmula Uno.