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MADRID. El aeropuerto de Barajas recuperó ayer la normalidad en sus instalaciones tras la finalización del dispositivo especial de Fomento para atender a pasajeros de Air Madrid, con la excepción de una veintena de viajeros que permanece allí y se niega a abandonar las instalaciones. Junto a la iniciativa de este grupo de «irreductibles», varias asociaciones de consumidores de consumidores, de inmigrantes y sindicatos han organizado una concentración para el próximo miércoles delante del Ministerio de Sanidad y Consumo en la que reivindicarán los derechos de los afectados por la suspensión de las operaciones de Air Madrid y exigirán ser recibidos por las autoridades competentes.

Los convocantes firmaron un manifiesto en el que se exige al Gobierno que «asuma su responsabilidad» y aborde «con urgencia» la gestión integral de la crisis que ha supuesto «un drama humano» para decenas de miles de personas. Por otra parte, estas asociaciones mostraron su confianza en la oferta de los pilotos y del resto del personal de la aerolínea de poder volar con las aeronaves de la propia empresa, para transportar a los afectados a sus destinos. Asimismo, solicitan información «inmediata, clara, real y concisa» a los afectados.

En cuanto a las reclamaciones de éstos, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) anunció ayer que espera aún fijar la fecha de una reunión con Air Madrid para emprender el proceso de reembolso de los fondos provenientes de la venta de billetes de noviembre. En poder de IATA hay un total de 7,5 millones de euros que corresponden a todos los billetes de Air Madrid ha vendido durante el mes de diciembre, mientras que en manos de las agencias de viajes hay un total de 6 millones que provienen también de la venta de este mes.

Por otra parte, el portavoz de Fomento del PP en el Congreso, Andrés Ayala, consideró «una frivolidad» mezclar a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, con dicha crisis, como a su juicio hizo ayer en el Senado la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, pero tampoco respalda al presidente de la compañía, José Luis Carrillo, cuya actitud «no ha sido ejemplar».

REUTERS

Un grupo de ecuatorianos protestaba ayer frente del Palacio del Gobernador, en Quito