Finaliza el dispositivo de Fomento en medio de escenas de ataque de nervios

ABC, 22-12-2006

C. F.

MADRID. Cerca de 5.000 pasajeros – el 20% del total previsto – , han sido repatriados hasta el momento, según informó ayer la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez. Los últimos afectados por la suspensión de vuelos despegaron de Madrid a las 15,30 horas con destino Santo Domingo, Quito, Guayaquil y Panamá. Los que viajaban en la nave, gestionada por Iberia, se declaraban antes de entrar «muy contentos de poder irnos por fin en este avión, ya que era nuestra última oportunidad», según explicaron. La mayoría de estas personas tenían billete para hacer el viaje de ida a su país los pasados días, y han permanecido en el aeropuerto varias jornadas hasta conseguir plaza en este vuelo «escoba».

Este era el quinto avión especial fletado por Fomento en las últimas 24 horas, tras los que partieron el miércoles por la tarde hacia Rumanía y Argentina, la antepasada madrugada hacia Ecuador y ayer a Colombia y Perú y, según confirmaron fuentes de Aviación Civil, el último del dispositivo especial de Fomento, que finalizó ayer.

Una treintena de personas que no ha tenido tanta suerte permanecía ayer ante la sala Turmalina de la terminal 1 de Barajas, con evidentes síntomas de nerviosismo. Una mujer llegó incluso a amenazar con quemarse «a lo bonzo», para después sacar un bote de acetona y un mechero, aunque afortunadamente fue reducida casi al instante por un guardia de seguridad del aeropuerto.

El resto de los presentes, entre indignados y resignados, hacía ruido y gritaba de vez en cuando mientras aseguraban que iban a permanecer en el aeropuerto el tiempo que hiciera falta hasta que les den un billete. «No me voy a mover de aquí hasta que no me den información. Me quedo a pasar la Nochebuena, la Navidad, la Nochevieja, los Reyes, y lo que haga falta, hasta que me metan en un avión», afirmaba una joven ecuatoriana, que sostenía a su bebé de dos años en brazos. «No me queda otra. Estoy aquí de paso. Vengo de Burgos, así que tengo encima mis maletas y todo lo necesario para atender a mi hijo», añadía. «Sólo pedimos lo nuestro», reclamaba junto a ella otro argentino, mientras pegaba carteles en la pared con sus reivindicaciones. Algunos de ellos comentan que han intentado regresar a sus destinos comprando billetes de otras compañías, pero los precios de los vuelos llegan, a menudo, a los 3.000 euros. «Para colmo otras compañías y agencias están especulando», denuncian.

Mientras, en el aeropuerto de El Prat, en Barcelona, ciudadanos colombianos, argentinos y uruguayos se manifestaron por la mañana reclamando también el poder volar hacia sus destinos, mientras otros 45 afectados cortaron el tráfico frente al aeropuerto, provocando importantes atascos.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)