Un albergue para salir del río

Las Provincias, 22-12-2006

33 inmigrantes que dormían en el viejo cauce del Turia han pasado ya por el nuevo centro de acogida de Cáritas Con la Navidad llegan también las avalanchas de solidaridad y buenas intenciones. De esta forma, la apertura del nuevo albergue de Cáritas ha contado con la colaboración de las más dispares instituciones, desde el Ejército, que ha donado las literas, hasta un centro deportivo que ha regalado las toallas, sábanas y mantas. Además, Bienestar Social ha entregado el mobiliario y la concejalía de Seguridad Ciudadana ha colaborado en el acondicionamiento de las instalaciones.


El albergue, bautizado como
Casa Belén 2
–nada más apropiado en estas fechas–, permite alojar 40 inmigrantes, la mayoría procedentes del viejo cauce del Turia. En las dos noches que ha prestado servicio ha acogido a 33 inmigrantes. No obstante, en el río siguen durmiendo decenas de inmigrantes pese a las numerosas plazas disponibles en albergues.


Un detalle llama la atención en la organización del centro. Aparte del medio centenar de voluntarios de Cáritas que colaboran en esta iniciativa, se ha contratado a dos inmigrantes de Mali y la República Democrática del Congo que se encargan de la vigilancia nocturna en el centro.


Marcel Tubadi es este último. “Me turno con mi compañero como responsable durante las noches. Venimos a ayudar a los demás y a explicarles dónde ducharse y dormir”, explica.


Tubadi, que reside en Valencia desde hace siete años y ha desempeñado multitud de ocupaciones, no esconde la tristeza que le causa ver a otros compañeros durmiendo en el viejo cauce del Turia. “Veo a un africano como yo, que está sufriendo y necesito ayudarle”, asegura. De hecho, amigos de Tubadi han estado malviviendo en este emplazamiento.


A las doce, todos a dormir

Tubadi y su compañero, Cheick Coulibaly, cuentan que a las doce de la noche es la hora fijada para que todos se acuesten. “A las cinco de la mañana, muchos se levantan ya para ir a trabajar”.


El centro ofrece duchas, camas, cena –preparada por el colegio Pío XII– y un servicio de lavandería. Además, “intentaremos organizar actividades para compartir con ellos su tiempo de ocio”, añade Susi Mora, responsable de las instalaciones. Las clases de castellano, adaptadas al nivel de cada usuario, también figuran en el programa que tienen previsto ofrecer en el centro.


Las plazas de alojamiento serán para los inmigrantes que lleguen desde el Servicio de Primera Acogida a Inmigrantes (SPAI), en la calle del Gobernador Viejo, donde se analiza cada caso.


Las instalaciones, ubicadas en el número 30 de la calle Crevillente, han sido cedidas por el Arzobispado. El Ayuntamiento, representado en la visita al local por la concejala Marta Torrado, agradeció el esfuerzo “porque permite ampliar las plazas disponibles para los sin techo”.


Este albergue es una solución “provisional”, ya que se cerrará el 14 de marzo. Torrado manifestó que lo ideal sería construir “un centro permanente” en otra población, ya que en Valencia “no existen campos de naranjas”. Ahora muchos inmigrantes tienen que recorrer más de una hora de camino a su trabajo, en l´Horta Nord o Camp de Morvedre.


arallo@lasprovincias.es

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