Editorial
EDITORIAL: UNA MINISTRA SIN TALANTE
El Mundo, 22-12-2006La insensibilidad mostrada por Magdalena Alvarez hacia los damnificados de Air Madrid desde que decidió suspender la licencia a esta compañía confirma lo alejada que la ministra se encuentra de la realidad. Ese desapego, que le ha llevado a mantener prácticamente inalterada su agenda de trabajo – inauguraciones incluidas – o a hacer comentarios despectivos hacia los afectados – como afirmar que el Ministerio «no es una agencia de viajes» para buscarles un billete – , no estaría justificado ni siquiera en el supuesto de que Fomento hubiera actuado correcta y eficazmente en este caso. Menos aún cuando todos los indicios llevan a pensar justo lo contrario. Alvarez ha llegado a afirmar que los inmigrantes creen, por «su cultura», que el hecho de hacer colas les permitirá embarcar antes. El comentario raya lo xenófobo.
La ministra olvida que fue su Departamento el que no detectó las irregularidades de Air Madrid hasta que éstas eran ya bochornosas e implicaban un grave riesgo para el pasaje. Que fue su Departamento el que consintió seguir operando a la empresa pese a que su cuenta de resultados reflejaba una quiebra técnica. Y que fue su Departamento, también, el que desoyó las miles de reclamaciones de los viajeros.
De haber realizado bien su trabajo, se podría haber instado hace tiempo a Air Madrid a ir solucionando sus deficiencias, se podría haber impedido que incrementara sus escalas y, por supuesto, evitar el cierre abrupto, que ha dejado a miles de ciudadanos – la gran mayoría con un escaso poder adquisitivo – tirados por medio mundo. Las protestas que ya se han producido en algunos aeropuertos revelan que el plan de emergencia de Fomento se queda corto. La cicatería de la ministra contrasta con la generosidad en el empleo de billetes gratuitos de los que ella gozó (más de 400) cuando fue consejera de Aviaco, lo que le valió el sobrenombre de Lady Aviaco.
El asunto viene a reforzar la imagen de gestora soberbia e insensible que Alvarez se ha ganado desde que fue consejera de la Junta de Andalucía. Víctima de su cólera y fuerte carácter han sido muchos subordinados, adversarios políticos, compañeros y periodistas. Ella representa, en definitiva, el contrapunto al presidente del talante.
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