"Poco a poco se fue apagando"
Diario de noticias de Gipuzkoa, 21-12-2006“Poco a poco se fue apagando”
Agustín Unzurrunzaga, Cesar Manzanos, Mohamed el Ddah y José Mari Larrañaga, ayer, en la rueda de prensa en Donostia.Foto: n.g.
a Mohamed el Ddah le brillaban ayer los ojos cuando recordaba a su primo Abdel Karim, el mismo que salió hace años de su localidad natal de Laayonue, en el Sahara Occidental, a unos 20 kilómetros de la costa atlántica. El pueblo del joven que se ahorcó el sábado en la celda de Martutene significa en árabe “los manantiales”, y tiene un pequeño muelle y un aeropuerto al que acuden los turistas. Aquella tierra para una familia sin recursos como la de Abdel era, en cambio, una olla a presión.
Por eso lo tuvo claro desde un principio. Espoleado por la sordidez que rodeó su infancia, un buen día asumió la responsabilidad de probar una vida mejor. “Mira finalmente lo que ha encontrado”, lamentaba ayer su primo con la voz apagada.
“Vino a España en patera hasta en seis ocasiones y fue repatriado una y otra vez, pero él volvía a intentarlo. Ahora está muerto y su familia lo está pasando francamente mal”, reconocía Mohamed.
juzgado
Una pelea en Gasteiz
Todo comenzó con una pelea en Gazteiz. Abdel Karim fue detenido y juzgado por ello. En el año y medio que ha vivido en prisión “su vida se ha ido apagando”, en unas condiciones que le resultaban insoportables.
Tanto es así que él mismo solicitó la expulsión a su país como pena sustitutiva a la prisión. Pero la situación de conflictividad del Sáhara Occidental demoró el proceso y su salud mental, entre tanto, se iba degradando de tal manera que llegó a lesionarse en varias ocasiones.
Ante esta situación, SOS Racismo envió dos escritos dirigidos a Instituciones Penitenciarias y al centro de Martutene pidiendo su excarcelación. “Llevaba dos meses muy mal físicamente, estaba todo el día a base de pastillas”, le han contado a Mohamed los compañeros de prisión de Abdel Karim.
Mohamed, según confesaba ayer tarde desde Madrid, a donde ha viajado para hacerse cargo de la repatriación del cadáver, también ha tenido ocasión de hablar con el director de la cárcel de Martutene. “Me pedía disculpas y decía que lo sentía”, indicó.
Durante la conferencia de prensa de ayer se hizo hincapié en la necesidad de conseguir los 4.500 euros necesarios para repatriar el cadáver del joven. SOS Racismo, incluso, hizo un llamamiento para hacer donaciones, pero a última hora el Gobierno Vasco confirmó a Mohamed que asumiría el coste de la repatriación.
(Puede haber caducado)