José Luis Rodríguez Zapatero prometió ante el pleno del Congreso que España será uno de los «principales destinatarios» de los 4.000 millones de euros que la Unión Europea destinará en los próximos siete años para combatir la inmigración clandestina e integrar a los extracomunitarios. El presidente, que ayer dio cuenta en la cámara baja de los acuerdos del Consejo Europeo de la pasada semana en Bruselas, se felicitó por el «éxito» de su Gobierno, al que atribuyó que en un año Europa haya puesto en marcha una «auténtica política común de inmigración».

Rodríguez Zapatero se mostró exultante por los resultados de la reunión de Bélgica. En todo momento insistió en que España ha conseguido el «máximo respaldo de sus socios y amigos» ante la crisis migratoria de los cayucos y que ese apoyo tendrá traducción económica en el futuro. El jefe del Ejecutivo precisó que de los 1.800 euros que la UE empleará para mejorar el control fronterizo España obtendrá como mínimo el 35 por ciento para modernizar la supervisión de la frontera sur. Porcentajes similares conseguirá – dijo Rodríguez Zapatero – de las partidas de integración (825 millones), retorno (676 millones) y refugiados (628 millones).

Iniciativa

El presidente, lejos de las críticas por la falta de acuerdos concretos en el consejo, aseguró que de la reunión de la pasada semana salió el compromiso de que la política de inmigración europea «será operativa desde ahora mismo, desde el primer semestre de 2007». Y todo ello, señaló, porque la UE «ha asumido la iniciativa española» de considerar la extranjería desde un «enfoque global».

Rodríguez Zapatero se mostró especialmente satisfecho por el reconocimiento que, a su entender, ha tenido el problema de la frontera marítima sur del espacio europeo. En esa línea, desmenuzó la batería de medidas acordadas para apoyar a España en el control de las costas canarias y andaluzas. Entre otras, citó el despliegue de equipos de intervención rápida, las patrullas conjuntas, la creación de un registro de situaciones de emergencia, la puesta en marcha de un sistema de vigilancia integrada de la frontera sur o el nacimiento de una red de intercambio de información.

Especialmente orgulloso se mostró del compromiso de la UE para ampliar la Agencia Europea de Fronteras (FRONTEX), el gran reto del Ejecutivo socialista para este año. «Tal y como España había solicitado – recalcó Rodríguez Zapatero – la agencia incrementará su presupuesto anual de 22 a 34 millones de euros en 2007 y llegará a contar el año próximo con cien funcionarios».

Desafío

«Es evidente, con todos estos datos, que Europa se ha movido y está reaccionando a tiempo para afrontar este nuevo desafío. Un desafío al que España, más que nadie, ha contribuido a poner en el foco de atención, reclamando el interés y la solidaridad de todo el conjunto de la Unión», explicó el presidente del Gobierno.

La optimista visión de Rodríguez Zapatero fue inmediatamente contestada por el líder de la oposición, Mariano Rajoy. El presidente del PP acusó al jefe del Ejecutivo de «llevar un año vendiendo gato por liebre» y de no haber conseguido nada a pesar de que «los cayucos siguen arribando a Canarias sin parar».