C. MORCILLO

MADRID. Mujer separada o divorciada, de entre 45 y 64 años, que vive en una gran ciudad y tiene estudios. Este es un perfil al que responde buena parte de las víctimas del maltrato en España, según la III macroencuesta sobre la violencia contra las mujeres presentada ayer. El 3,6 por ciento de las mujeres que residen en España mayores de 18 años declaran que han sido víctimas de malos tratos durante el último año (674.000) por parte de alguna de las personas con las que convive o por su pareja, aunque no viva con ella; el 9,6 por ciento (1,8 millones) sufren lo que se denomina maltrato «técnico» (comportamientos violentos).

Algunos datos son aún escandalosos, pese a que han mejorado con respecto a 2002 cuando el Instituto de la Mujer elaboró el último sondeo de este tipo. El descenso más acusado se ha producido en el maltrato «técnico» (de un 11,1 por ciento hace cuatro años a un 9,6 por ciento actualmente) y ha sido mucho menos importante en el caso del maltrato declarado (de un 4 por ciento ha bajado a un 3,6 por ciento).

Los varones mueven ficha

Sí que se ha registrado, y es la noticia más positiva, un cambio de tendencia importante si tomamos como referencia 1999 cuando se llevó a cabo la primera macroencuesta. Entonces un 12,4 por ciento de las entrevistadas habían sido maltratadas «técnicamente» y un 4,2 de forma declarada.

Los datos reflejan una «mayor sensibilización» y que «los varones han movido ficha en algunos comportamientos», a juicio de la secretaria general de Políticas de Igualdad, Soledad Murillo, que presentó el estudio junto a la directora del Instituto de la Mujer, Rosa Peris, y la delegada especial del Gobierno para la Violencia de Género, Encarnación Orozco.

La encuesta evidencia, al margen de las cifras, perfiles de víctimas preocupantes. La incidencia de los malos tratos se acentúa entre las mujeres extranjeras y las discapacitadas. El 7 por ciento de las inmigrantes declara haber sufrido esta situación, justo el doble que las españolas. Si la referencia son los comportamientos violentos encuadrados en el maltrato «técnico» – insultos, amenazas, miedo, aislamiento, dependencia – la cifra se dispara hasta el 17,3 por ciento en el caso de las entranjeras, frente al 9,3 por ciento de las españolas. El salto es igualmente llamativo y aún más preocupante en el caso de mujeres discapacitadas. El 8,1 de estas mujeres han sido maltratadas, frente al 3,4 de las que no padecen ninguna discapacidad.

El objetivo de esta investigación no ha sido sólo cuantificar los actos violentos contra la mujer, sino también conocer las características sociales y personales de las maltratadas y las secuelas físicas y psicológicas que pueden sufrir. En el análisis no podían faltar los maltratadores, en buena parte de los casos la pareja o ex pareja, si bien disminuyen las mujeres que se declaran maltratadas por su marido con respecto a hace cuatro años. Tras identificar víctimas, agresores y situaciones, la siguiente pregunta es cuánto dura el maltrato.

La encuesta pone de manifiesto que las agresiones se prolongan en el tiempo y se cronifican – el 63 por ciento de las maltratadas aseguran que las padecen hace más de cinco años – y que no se han producido diferencias significativas por Comunidades autónomas: ha bajado en Canarias, Madrid, Murcia, Galicia y Navarra y se aprecian ligeros ascensos en Aragón, Asturias, Baleares, Castilla – La Mancha y la Comunidad Valenciana.