Mohamed El Ddah es primo de Abdel Karim y es el único familiar que ha podido acercarse hasta Donostia para interesarse sobre lo que ha ocurrido y realizar los trámites para repatriar el cuerpo de su familiar. Muy conmocionado, dice que quiere llevarse el cuerpo de Abdel Karim a casa, «para que tenga el descanso que no ha tenido en vida». Sobre los gastos de repatriación ­unos 5.000 euros­ afirma que, si hace falta, él mismo pedirá un crédito.

­¿Cómo ha acogido la noticia?

En cuanto me enteré de la noticia decidí venir a San Sebastián para saber qué le había ocurrido a Abdel Karim. Sabía que no estaba bien, porque unos amigos que se interesaban por él y le visitaban cada quince días me habían dicho que estaba mal. Mi primo llevaba meses diciendo que quería que lo expulsaran y lo mandaran a casa y estaba en su derecho, pero, desgraciadamente, ha pasado lo que ha pasado.

­¿Qué explicación le han dado en la cárcel?

He estado en la cárcel y he hablado con el director menos de cinco minutos. Me ha dicho que mi primo ha decidido quitarse la vida, que si quiero puedo llevarme sus cosas y me ha pedido el teléfono de la familia para avisar de la muerte. Pasados dos días de la muerte, aún no habían avisado a la familia.

­¿Y sus compañeros de la cárcel, que le han dicho?

Todos me han dicho que estaba muy mal y que ha sufrido mucho. Ya había intentando quitarse la vida anteriormente. Los último meses estaba tomando muchas pastillas y no dejaba de decir que quería que lo expulsaran. Apenas hablaba español y no se podía entender con casi nadie. El cura de la prisión me ha dicho que intentó ayudarlo, pero que no conseguían entenderse.

­Su primo ha sufrido mucho.

Ha venido a España seis veces en pateras y ha sido expulsado cuatro. Al final, ha tenido que morir en la cárcel con 23 años. Mi primo ha tenido una vida muy dura, había venido a por una vida mejor y ha encontrado una vida mucho peor.

­Ahora quieren llevarlo de vuelta a El Aaiún.

La familia quiere que, por lo menos después de muerto, descanse. Pero sabemos que si lo hubieran expulsado antes, ahora estaría vivo y en casa. –