EL ZOO DEL SIGLO XXI / PASCAL SEVRAN

El presentador incendiario

El Mundo, 21-12-2006

Este trasnochado ‘showman’ francés provoca un escándalo por declarar que el sexo de los negros es el causante de la hambruna en Africa y por recomendar una esterilización masiva Pascal Sevran es un tipo que dice lo que piensa. Sin distinción entre la sensatez, el orgullo, la estupidez… ni el racismo, puesto que su última proclamación incendiaria consiste, literalmente, en que «la polla de los negros es la responsable de la hambruna en Africa».


No contento con semejantes conclusiones, el showman Sevran, animador de un espacio televisivo en clave nostálgico – musical con dedicatoria al mundo del pensionista, recomienda esterilizar a la mitad del planeta como terapia de prevención de la natalidad. Que aquí ya no cabemos. Lo dice porque él ya ha nacido, claro. Y porque la política de castraciones serviría para contener «la compulsividad sexual de los negros», ya que decimos «las cosas como están y como muchos las piensan». El populismo de Sevran se ha convertido en un embarazoso problema político. No sólo porque sus rancios programas musicales se emiten con olor a naftalina en la televisión pública nacional (France 2). También porque el Gobierno de Níger ha decidido demandarlo en los tribunales siguiendo el camino que ya han emprendido muchas otras asociaciones de Derechos Humanos en Francia.


No importa. Sevran continúa ejerciendo su trabajo sin haber recibido otras sanciones que «una advertencia muy severa» (¿?). El Partido Socialista reclamaba medidas ejemplares con sordina, pero las conexiones del showman con la izquierda – Jack Lang, ex ministro de Cultura y Bertrand Dalanoë, alcalde de París – y sus buenas relaciones con Nicolas Sarkozy, ministro de Interior, le han preservado de la decapitación mediática.


La inmunidad y la impunidad de Sevran responden a un contexto inquietante. Especialmente después de conocerse que el presidente socialista de la región de Languedoc – Rousillon, Georges Frêche, permanece en su cargo, pese a haber declarado que le abochornaba la presencia de tantos jugadores negros en la selección de fútbol francesa.


La sentencia pertenece al repertorio natural de Le Pen, aunque llama la atención la proliferación de personajes que hacen la competencia al líder del Frente Nacional. Incluido un filósofo tan reputado como Finkielkraut, a quien un periódico israelí también extrajo un titular revanchista: «Toda Europa se ríe de Francia cuando ve tantos negros en el equipo nacional».


Pascal Sevran ha ido bastante más lejos. Nadie quiso percatarse de su boutade cuando la publicó a principios de enero en un estomagante memorial biográfico Le privilège des jonquilles, pero un periodista desempolvó hace unos días el párrafo de la polémica y obtuvo una nueva confirmación verbal de su petulante autor. «Es verdad lo que dije. ¿Algún problema? Los niños mueren en Africa porque sus padres no pueden alimentarlos. No soy el único que lo piensa. Habría que esterilizar a la mitad del planeta», sentenció Sevran.


La sinceridad terrorista del showman se ha convertido en un argumento recurrente de sus programas. Le gusta polemizar con las nuevas estrellas de la canción y con los melenudos, plenamente consciente de que su cuota de audiencia dominical comprende un 73% de espectadores mayores de 60 años. Son ellos los destinatarios de la parrilla retro y de las sesiones de espiritismo musical – dícese del arte de resucitar glorias pretéritas con laca – , aunque el presentador se niega a identificarse con los jubilados. De otro modo no abusaría del tinte ni habría borrado las arrugas de su rostro.


Y conste que Pascal Sevran provenía de una familia comunista, aunque las resonancias cacofonónicas de su apellido original, Jouhaud, determinaron la elección de un nombre artístico – el mismo que conserva ahora – y le condujeron al antídoto de una carrera musical en los años 60.


Sevran formaba parte de la bodeguilla de la Esfinge y participaba en las excursiones a la roca de Solutré (Borgoña), una suerte de expedición para elegidos que Mitterrand, quien le condecoró en diversas ocasiones, lideraba en la fiesta de Pentecostés.


Los fértiles años 80 convirtieron al otrora señor Jouhaud en una estrella televisiva de cierta predisposición a la caspa. Era (y es) la víctima propiciatoria de los mejores imitadores franceses, como también fue pionero en declararse homosexual y en presentar un espacio televisivo donde defendía intelectualmente la identidad de la literatura gay. Nada que ver con sus posiciones racistas ni con la terapia de la castración propuesta en su último libro de memorias. ¿Atenuantes? Pascal Sevran dice a su favor que no es ningún nazi. Nos quedamos más tranquilos.


LO DICHO Y HECHO


«Los niños mueren en Africa porque sus padres no pueden alimentarlos. Habría que esterilizar a la mitad del planeta»


1945: Nace como Jean – Claude Jouhaud, aunque luego será conocido como Pascal Sevran. 1960: Frecuenta los ambientes musicales parisinos. 1979: Debuta como novelista. 1984: Presenta en la televisión francesa el espacio La oportunidad de las canciones. 2001: Continúa su carrera con el programa Cantar la vida, donde todavía aparece como presentador. 2006: Escribe un libro de memorias, Les privilèges des jonquilles (Los privilegios de los junquillos), donde menciona sus propuestas racistas.

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