A dos días de la reunión en La Moncloa, y aunque no se habló ayer en el Congreso de ETA, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy despidieron el curso parlamentario con un duro enfrentamiento.

Ambos demostraron que, en vísperas de esa reunión, no sólo les separa el abismo de la distinta posición sobre el proceso de paz.

Ayer fue a propósito de la última cumbre europea y sirvió para que ambos se lanzaran reproches sobre la lucha contra la inmigración ilegal y la política exterior. El presidente del Gobierno sacó a relucir la Guerra de Irak, la foto de Aznar en las Azores y el incidente de los subsaharianos que fueron drogados para ser repatriados en la etapa del PP en La Moncloa.

«Usted es un desastre como profeta», «es un desastre de oposición en la guerra y en la paz», «no tiene ni idea de la inmigración, ni de lo que es ser gobernante», «le molesta la paz», le dijo entre otras cosas el presidente del Gobierno al líder popular.

Rajoy le respondió con el «efecto llamada» de la regularización de inmigrantes, «la falta de peso en la política exterior» y «la torpeza» en la OPA a Endesa como «uno de los ejemplos más lamentables de la intervención pública en la vida de las empresas», entre otras acusaciones.

El líder del PP se las apañó para meter una cuña sobre ETA al criticar «el noble gesto de trasladar al Parlamento Europeo eso que llama proceso de paz, un asunto que, hasta ahora, era estrictamente nacional. Es cierto que Batasuna – ETA aplaudió calurosamente la iniciativa, e incluso la anunció antes que nadie. Llevaban 30 años pretendiendo la internacionalización y ha tenido que llegar usted para que la obtuvieran gratis. Le felicito».

Triunfalismo

También ridiculizó la Alianza de Civilizaciones que Zapatero defendió anteayer en la ONU.

El presidente del Gobierno hizo intervenciones triunfalistas sobre la última cumbre europea. Dijo estar satisfecho sobre los resultados e hizo especial hincapié en dos asuntos: la inmigración y Oriente Medio.

En el primero porque, según dijo, se ha logrado por primera vez la implicación de la UE con medios, apoyo político y ayuda en el control de las fronteras. Zapatero anunció que en la tercera Conferencia de Presidentes Autonómicos de enero se incluirá la inmigración en el orden del día.

Aprovechó su última intervención para valorar el respaldo de Izquierda Unida en lo que va de legislatura y para pedir a Gaspar Llamazares que siga actuando como socio preferente.

Y, después de los duros enfrentamientos, Zapatero terminó la última sesión de control del año deseando feliz Navidad a todos. Rajoy le respondió con una felicitación similar y pidiendo que «le vaya estupendo».