Más de cien inmigrantes en Gipuzkoa se han visto afectados por Air Madrid
gran parte de los clientes contrató el vuelo hace meses y no recuperará su dinero
Diario de noticias de Gipuzkoa, 20-12-2006Las agencias han atendido “muchos dramas” entre familias que llevaban largo tiempo pensando en sus vacaciones Las agencias han atendido “muchos dramas” entre familias que llevaban largo tiempo pensando en sus vacaciones
Un viajero afectado por Air Madrid lee una nota informativa.Foto: toni albir
jorge napal
Donostia. Más de un centenar de inmigrantes con residencia en Gipuzkoa se ve afectado estos días por la suspensión total de la licencia de operaciones de Air Madrid, la aerolínea que nació hace dos años y medio desafiando a las grandes del sector con vuelos de bajo coste a destinos de larga distancia y que se ha acabado convirtiendo en una pesadilla para miles de familias.
La decisión de la compañía de cerrar de motu proprio sus operaciones ha pasado de indignar a sus clientes a sumirles en la impotencia más absoluta. Pasan las horas y no remite el caos. En Gipuzkoa hay decenas de familias de nacionalidad extra – comunitaria, principalmente latinoamericana, que tenían reservados sus pasajes desde el mes de marzo y comienzan a hacerse la idea de que pasarán la Navidad lejos de los suyos. Algunos llevaban incluso años soñando con el encuentro.
“Estamos viendo muchos dramas personales”, indicaba ayer Lore Uranga, una de las responsables de la zona norte de la agencia de viajes Eroski Bidaiak, que supervisa el funcionamiento de catorce oficinas en el territorio. Contabilizaba nueve reservas afectadas por el cese de actividad de la compañía. El número total de damnificados en el territorio es, de momento, una incógnita, pero supera ampliamente el centenar, según diversas fuentes consultadas.
Sólo en la agencia Intipuka de Donostia se computa medio centenar de damnificados. El drama se traduce en números: familias de Ecuador de cuatro miembros que habían pagado en marzo 3.200 euros por un viaje que nunca saldrá y que se encuentran con que “ahora por ese precio sólo hay posibilidad de sacar un billete business para una persona”, explica Sonia Zamarredo, empleada de esta agencia.
Enara Moriones, de Eroski Bidaiak en la Avenida de Madrid de Donostia, subrayaba ayer el “calvario” que se está viviendo estos días a uno y otro lado del mostrador. Ella ha atendido a una familia de Lima (Perú) que pensaba viajar a su país a contraer matrimonio. “Todo estaba previsto, e incluso ya habían pagado el banquete de bodas”, asegura.
Sólo faltaba tomar el vuelo, que desplazaría el próximo jueves 28 de diciembre al hijo mayor, y a los contrayentes, junto a la hija pequeña, el 4 de enero. “Nos han insistido en que tienen que ir como sea y, por el momento, lo único que podemos hacer es bloquear unas plazas con Iberia que deberán abonar. Sólo somos intermediarios y hasta que Air Madrid no nos diga cómo debemos actuar no tenemos margen de maniobra”, explicaba la joven desde la agencia.
En todos los casos se repite la misma historia. Clientes desconcertados que plantean su reclamación a AENA y ésta les remite a la agencia con la que contrataron el billete. “Estamos esperando a que haya una contestación. Se supone que a los clientes que compraron el vuelo a partir de noviembre se les acabará devolviendo el dinero, pero en muchos casos estamos hablando de clientes que contrataron el viaje ya desde marzo”, explican distintas operarias consultadas.
caos El 16 de diciembre ya ha marcado un antes y un después en la historia de la aviación española. Y el caos ha cogido por sorpresa a muchos clientes en sus países de origen. Es el caso de dos bonaerenses que llamaron con insistencia ayer por la mañana a Viajes Malay, en Donostia, la agencia con la que habían contratado el viaje, para saber cómo podían regresar a casa.
Enrique Varona, empleado de esta oficina en Donostia, intuía ayer como “improbable” el reembolso del billete de vuelta para sus clientes, más aún teniendo en cuenta la diferencia de tarifas existente. “Es difícil de entender, pero un vuelo Madrid – Buenos Aires cuesta 900 euros mientras que la ida y vuelta son 1.000. Las tarifas sólo de ida normalmente son mucho más caras y la verdad es que no sabemos qué tenemos que hacer con estos dos clientes”, reconocía a media mañana.
Cinco vecinos de Pasaia pensaban ayer también cómo se las iban a ingeniar para volver a su hogar después de las vacaciones. “La verdad es que no sé cómo lo van a hacer, la situación por el momento es caótica”, describía la operadora Elena Blanco. Se trata de una familia de cuatro miembros que ha viajado a Chile después de cuatro años sin pisar su país y de un chico de Lima.
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