En total 648 clandestinos que viajaban amontonados en un barco de 30 metros fueron interceptados en el sur de Sicilia, informaron ayer fuentes oficiales del puerto de Palermo, capital de Sicilia. Tras ser remolcada la embarcación hasta el puerto de Licata, los indocumentados fueron llevados a los centros de acogida de Sicilia y Calabria.


La mayoría de los indocumentados, entre ellos 21 mujeres y 7 niños, son de nacionalidad egipcia.


Se trata de un fenómeno nuevo por el elevado número de personas, ya que las embarcaciones con emigrantes clandestinos normalmente no transportan a más de 200.


«Este desembarco bate todos los récords en Europa, nos convertimos en los transportadores de inmigrantes gracias a la política salvaje del Gobierno de centro izquierda», protestó Isabella Bertolini, del partido de Silvio Berlusconi.