Los guatemaltecos detenidos en la redada contra indocumentados efectuada hace una semana pelearán su permanencia en EE.UU., por lo que tendrán que pasar en prisión al menos hasta la segunda semana de enero, cuando tendrán la primera audiencia ante juez. Situación similar pasarán otros centroamericanos y mexicanos.

Según el embajador de Guatemala en Washington, Guillermo Castillo, ninguno de los guatemaltecos entrevistados ha firmado la carta de deportación voluntaria, porque quieren seguir viviendo en los Estados Unidos, junto a sus familias.

“Los pocos que han firmado el documento lo hicieron por desconocimiento, así que los abogados podrán revertir su situación”, aclaró el cónsul de Houston, José Barillas.

La primera audiencia judicial para poder revisar su orden de deportación se efectuará la segunda semana de enero, así que pasarán la Navidad y el fin de año tras las rejas.

“Creemos que en muchos de los casos, una buena defensa podrá ayudarlos en su suspensión de la deportación”, añadió Barillas, quien contó que los guatemaltecos indocumentados que viven en los EEUU están muy asustados porque las redadas continúan.

El canciller Gert Rosenthal afirmó ayer que el número de connacionales que serán acusados de robo de identidad aumentó de 41 a 60, ya que no se habían tomado en cuenta los 19 detenidos en Iowa.

De vuelta a Guatemala

En los seis estados afectados por las redadas, los migrantes ya han empezado a preparar maletas. Según Barillas, el fin de semana quisieron visitar a varios de ellos, pero ya no estaban en sus viviendas. La mayoría se había ido a estados menos visitados por “la migra”.

Barillas se entrevistó con tres familias de guatemaltecos que querían volver al país, pero no encontraban vuelos con plazas libres.

“Nosotros les aconsejamos que no regresaran en autobús, porque también pueden ser objeto de algún operativo en carretera. Así que no les va a quedar otra que esperar hasta enero”, añadió el cónsul.

Ex empleados demandan a empacadora

Dallas. / Un grupo de 18 ex empleados demandó a la empresa empacadora de carne Swift & Co. por 23 millones de dólares, al expresar que la firma contrató a indocumentados con el fin de mantener bajos los salarios.

Los ex empleados son residentes legales que trabajaron en una planta en Cactus, Texas, al norte de la localidad de Amarillo.

US$17 mil millones

Un informe de la principal autoridad financiera de Texas señaló que los indocumentados representan más ganancias que gastos para la economía de la entidad, según publicó ayer la agencia AP.

La contralora estatal Carole Keeton Strayhorn encontró que los inmigrantes ilegales no solamente aportaron más de US$17 mil millones a la economía de la entidad durante el pasado año fiscal, sino que también pagaron lo justo en impuestos y tarifas por los servicios que reciben.