Los trabajadores proponen a Fomento reanudar las operaciones hasta el 15 de enero y a partir de entonces analizar el futuro, mientras la compañía admite que puede suspender pagos Estupor y resignación. Éstos eran los sentimientos de decenas de trabajadores de Air Madrid que ayer por la mañana se acercaban a las oficinas de la compañía en Alcobendas. En una reunión, varios miembros de la dirección de la aereolínea, ajenos al capital, les propusieron un plan de viabilidad. Los promotores pidieron a los empleados que apoyasen su iniciativa y que dejaran constancia por escrito con su nombre y cargo.

El plan, que fue presentado ante el Ministerio de Fomento a primera hora de la tarde, implica que el propietario de la aerolínea, José Luis Carrillo, les ceda las acciones, a lo que el empresario estaría dispuesto. El objetivo es que vuelva a volar este fin de semana y hasta el fin de la campaña de Navidades, aproximadamente el 15 de enero. El gerente de Air Madrid, Pablo Morera, en declaraciones a Radio Nacional de España indicó que lo que ha movido a los trabajadores son «los pasajeros que están en los aeropuertos y no tienen salida». Morera añadió que posteriormente los trabajadores se replantearían la viabilidad y su futuro.

El portavoz de Air Madrid, el abogado Pascual Pérez Ocaña, señaló ayer que la empresa «no ha presentado suspensión de pagos», aunque el momento «crítico puede motivar su presentación en los próximos días». Cree «inevitable» llegar a un «concurso de acreedores» si todo sigue así. Pérez Ocaña cree que si los inspectores que realizaron su trabajo en Air Madrid lo llevan a cabo en otras compañías seguro que «cierran más de una flota», informa Efe.

Fomento debía tener presente que la mayoría de los viajeros son inmigrantes, con «pequeño poder adquisitivo», y que había medidas tomadas para subsanar las deficiencias. Añadió que «se adelantó a la suspensión de licencia dictada por Fomento porque ya suponíamos que la ministra tenía esa decisión firmada».