José Barillas, cónsul de Guatemala en Houston, explicó que los migrantes están aterrorizados, pues temen nuevas redadas, por lo que les ha costado contactar a connacionales en la zona.

“Están creando un estado de terror. La gente está encerrada en su casa y ni abre la puerta. No ha salido ni a comprar, por miedo a la Policía, y muchos están consiguiendo alimentos gracias a la ayuda de una iglesia”, relató.

Agregó que continuará el proceso legal contra los 41 guatemaltecos detenidos por usurpación de identidad, y confió en que prosperen las dos demandas que el sindicato de trabajadores interpuso a Migración, por la forma como se efectuó la redada la semana pasada.

Barillas visitó a los detenidos, quienes también prefieren permanecer en bajo perfil, por recomendación de sus abogados. “La gente está asustadísima”, enfatizó.

El Consulado ha recomendado a los migrantes que, por ahora, no regresen a trabajar, pues se prevén más redadas, aunque entiende que muchas personas volverán porque necesitan dinero.

En Massachusets también hay gran preocupación. Según Juan García, del Comité de Migrantes en Acción, el gobernador autorizó a la policía local a que solicite a los inmigrantes su documentación, con lo que podría detectar a más personas que utilizan documentación falsa.

García comentó que han pedido a los connacionales que sean muy cuidadosos a la hora de conducir, porque si les ordenan alto por infracción de tránsito, la Policía podrá comprobar si el número de seguridad social que llevan es realmente suyo. “La gente tiene miedo; van a continuar las redadas, y, ahora, con la excusa de garantizar la seguridad nacional”, señaló.

Las deportaciones masivas 17 mil personas este año también repercutirán en la economía, ya que afectarán el envío de remesas, que, según Luis Óscar Estrada, viceministro de Economía guatemalteco, se podrá evidenciar en los próximos meses.