En la celebración del Día Internacional del Migrante, trabajadores y representantes comunitarios de organizaciones multiétnicas de Los Ángeles demandaron ayer una reforma migratoria amplia, justa y humanitaria.

Al compás de danzas aztecas, arte, música y compartir comida típica de varias naciones, los organizadores se adelantaron a la fecha oficial del Día Internacional del Migrante, que se cumple este día.

Reunidos en el Centro Recreacional Shatto, de Koreatown, los líderes comunitarios aseguraron que a partir de enero próximo desarrollarán tácticas de presión a la presidenta de la mayoría demócrata en el Congreso, Nancy Pelosi; a la senadora Dianne Feinstein, miembro del Comité Judicial en el Senado; y a la congresista Zoe Lofgren (demócrata de San José), presidenta del subcomité de Inmigración de la Cámara Baja, para que brinden prioridad al tema migratorio.

“Es horrible la situación que viven los migrantes de todo el mundo”, dijo Raúl Añorve, dirigente del Instituto de Educación Pública del Sur de California. “Debemos poner alto a que los inmigrantes sean utilizados como chivos expiatorios de los males de Estados Unidos”.

El 18 de diciembre de 1990, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó en su convención internacional la Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migrantes y Miembros de sus Familias. Una década después, la ONU reconoció y proclamó el Día Internacional del Migrante.

“Los migrantes son explotados en nuestra sociedad, y por eso requerimos respeto a sus derechos civiles y humanos con una reforma migratoria justa”, aseguró Kimi Lee, directora del Centro de Trabajadores de la Costura. “Quizás el Congreso sólo lanzará algunos ‘huesos’ a la comunidad y se enfocará sólo en seguridad, por lo que el miedo de los migrantes no desaparecerá”.

Lee se refería al temor de los trabajadores por las recientes redadas en el país, a cargo de agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) en compañías procesadoras de carne de Colorado, Iowa, Nebraska, Minnesota, Texas y Utah.

Un total de 1,200 personas fueron arrestadas y deportadas, y el gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, pidió una reforma migratoria urgente que incluya un Programa de Trabajadores Temporales (PTT).

“Nunca aceptaremos ninguna reforma migratoria que criminalice a los inmigrantes” apuntó Hamid Khan, director ejecutivo de la Red Asiática del Sur. “Por ello nos mantendremos en lucha ante el liderazgo político a una sola voz para que sea la expresión del fin al racismo y el miedo [a la deportación]”.

Por su parte, Antonio Bernabé, organizador de la Coalición de Los Ángeles para los Derechos de los Inmigrantes (CHIRLA) aseveró que la postura de todos los grupos será defender la unidad familiar.

El nuevo Congreso iniciará sesiones en enero, y para los líderes comunitarios será necesario presionar a los políticos en Washington para que aprueben una reforma migratoria, por lo que hicieron un llamado a la acción.

“El tema es la exigencia de una reforma que incluya un camino hacia la ciudadanía para todas los indocumentados, haya aumento en el número de visas familiares, y se restablezcan y respeten los derechos civiles”, dijo Bernabé.

“Esperamos un mejor futuro y lucharemos por una legalización integral que vele por los derechos humanos de los trabajadores”, añadió. “Y aunque creemos que con el cambio en el Congreso hay mejor terreno para trabajar, nada se nos dará gratis”.