El río de la cultura fue el lema de una campaña publicitaria del Ayuntamiento para referirse al viejo cauce. Pueden ponerse muchos adjetivos al gran parque urbano, sin duda el principal elemento que diferencia a Valencia de otras ciudades, algo que se empezó a lograr hace apenas treinta años.


Celebración.
Como no podía ser de otra manera, la efeméride ha estado teñida de confrontación política. Las elecciones están muy cerca y hay recelo de hacer cosas juntos. En mi opinión, la fotografía idónea hubiera sido todos los alcaldes de Valencia desde 1976 plantando cada uno un árbol, sin distinción de color político.


Oferta ambiental.
Decía el responsable de la empresa del nuevo zoo, José Maldonado, que la apertura del recinto dará un nuevo impulso al atractivo de Valencia en cuanto a destino del turismo que busca ocio medioambiental. La Ciudad de las Artes, la Albufera y el Bioparque son buenas razones para los turistas. La previsión en este último es de 600.000 visitantes al año.


Esculturas.
El gobierno municipal debería tener muy en cuenta la seguridad de las obras de arte que se coloquen en el paseo de las esculturas, enfrente del Museo de Bellas Artes. De lo contrario, este tramo del cauce atraerá como un imán a los aficionados a las pintadas.


Tramo histórico.
Me hago eco de las quejas de muchos lectores, quienes critican la suciedad que queda los fines de semana en la zona próxima a las torres de Serranos. El jardín está para usarlo, aunque lo de las barbacoas y cortes de pelo sentados en un banco es demasiado.


Inmigrantes.
El campamento que se ha asentado debajo del puente de Ademuz necesita una solución urgente. Un centro de acogida para estas personas parece lo adecuado y además es lo que prometió la Generalitat. Ahora bien, a partir de ese momento nada de hogueras ni colchones en el jardín.


Puente de Serrería.
Los cimientos y varios hierros herrumbrosos es lo único que se ha hecho del puente junto al Museo de las Ciencias. El retraso comienza a ser preocupante porque interrumpe la ronda de bulevares, precisamente a unos días de que se abra al tráfico la conexión entre la pista de Silla y el centro comercial El Saler.


Desembocadura.
El concurso de la marina de la Copa América incluye el último tramo del Turia antes de que llegue al puente de Astilleros. Una oportunidad excelente para conectar el cauce con la dársena y lograr así un nuevo atractivo para los usuarios del gran parque urbano.