¨El Diario¨. MEXICO. ¨Llegan a sufrir los deportados¨
Encaran aquí maltrato y frío; muchos volverán a Estados Unidos, advierten
Prensa Latinoamericana, 16-12-2006Ramón Chaparro/Mauricio Rodríguez
EL DIARIO
Tras ser detenidos en Estados Unidos, migrantes mexicanos deportados por la zona enfrentan frío, carencias y maltratos en esta frontera.
Algunos recién llegados han tenido que lidiar con vejaciones de policías, según denunciaron ayer, mientras otros se dedican a caminar sin rumbo fijo tratando de aliviar las bajas temperaturas que se acentúan durante la madrugada.
Los repatriados esta semana luego de las megarredadas en plantas procesadoras de carne en seis estados de la Unión Americana, son sólo una parte de un número mayor y constante de deportados por esta región.
Tan sólo el jueves pasado, 163 personas fueron regresadas a México; de ellas, 80 correspondían a arrestados en el operativo en Swift & Company. Otro grupo fue repatriado ayer.
De acuerdo con personal del Instituto Nacional de Migración (Inami), en general los deportados prefieren intentar su regreso a Estados Unidos.
Jesús Landa Espinoza, de 33 años, cruzó el puente Santa Fe a las 00:00 horas de ayer, junto a 20 connacionales, y se decidió a caminar sin dirección determinada. “Anoche anduve caminando, apenas hace rato me regalaron un suéter, yo no le tenía miedo a la polecía porque traía los papeles de la deportación, anduve caminando de un lado pa’ otro pa’ no sentir frío”, dijo.
Landa permaneció arrestado 90 días en una prisión del vecino país por ingresar de manera indocumentada por Palomas, en un intento por reencontrarse con su familia en California, donde vivió durante los últimos 17 años.
“Me vine por aquí y me metí por el lado de Palomas y me agarraron y me dieron 90 días; la familia se quedó parte en Michoacán, sus hermanos y padres se quedaron en California, todos tienen papeles, yo no los saqué por desidia, pensé que nunca me iban a hacer falta, pero ya veo que sí”, reconoce.
Asegura que del grupo con el que fue deportado algunos decidieron quedarse en las inmediaciones del puente para intentar su regreso a la Unión Americana, otros pidieron ser llevados a la Central Camionera y unos cuantos más, como él, se dispersaron por las calles del Centro.
Acompañado de otra persona que vivió su misma suerte, al mediodía del viernes, 12 horas después de su deportación, con hambre y visiblemente fatigado, Jesús llegó a la esquina de la calle Neptuno, para solicitar ayuda en la Casa del Migrante, de la colonia Satélite.
De los deportados relacionados con el caso Swift & Company, algunos también decidieron quedarse aquí, en hoteles y en la Casa del Migrante, para reintentar su ingreso a Estados Unidos. Elementos del Inami argumentaron que quienes decidieron quedarse buscarán regresarse hoy mismo, ya que algunos pedirán les envíen dinero para pagar al “pollero” que pueda regresarlos con sus familias en Estados Unidos.
A raíz de esa situación, se espera que los traficantes de indocumentados incrementen sus tarifas. Uno de los “polleros” que operan en la zona Centro aseguró que por llevarlos hasta Colorado cobrarán ahora de 2 mil a 3 mil dólares.
El entrevistado, quien solicitó la reserva de su nombre, dijo que subirán sus precios porque se trata de “pollos calientes”, es decir de personas que acaban de pasar por procesos de deportación y que al ser detectados en suelo norteamericano van directamente a prisión por lo que existe un riesgo mayor.
Dijo que además el cruce por la zona se ha vuelto muy complicado, por lo que tienen que salir del sector para poderles garantizar su reencuentro con esposa e hijos.
Denuncian maltratos
En tanto, agentes de la Policía municipal fueron acusados de maltratar a ocho deportados, quienes al solicitar auxilio para pasar la noche en un albergue fueron recibidos con insultos en las celdas de la estación Babícora, donde permanecieron hasta el amanecer.
Diana Morales, coordinadora de Servicios Jurídicos y Migratorios del Centro de Derechos Humanos del Migrante, señaló que ante la queja interpuesta por dos de los afectados, cuyos nombres quedaron en reserva de su representante legal, se enviará una carta a los directivos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal para que se investigue no sólo este caso, sino además distintos tipos de vejaciones por parte de elementos preventivos de las que dicen ser víctimas los connacionales.
Los acontecimientos ocurrieron esta semana, cuando ocho recién repatriados acudieron por la noche a las calles Sorgo y Toronja Roja para solicitar hospedaje para pernoctar, indicó Morales.
En ese momento acudió la unidad 785 del sector Babícora a la que los migrantes le preguntaron si sería abierto el albergue, por lo que el agente se comunicó al centro de mando para investigar y 15 minutos después, regresó para asegurarles que se los llevaría a un lugar donde estarían “calientitos”, aseguró.
“En vez de llevarlos a otro albergue los llevó a la Estación Babícora, por lo que los deportados protestaron, pero al ser presentados ante el juez de Barandilla se les acusó de vagancia”, dijo.
Según su denuncia, los agentes del turno nocturno rompieron la documentación que les habían entregado a los migrantes en la que constaba que habían sido deportados, aseguró Morales.
“Se quedaron allí toda la noche, no los dejaron dormir, no les dieron ni agua ni nada”, agregó.
Los quejosos provenían de Chicago, Illinois, y de Aurora, Colorado.
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