zamora – Los jóvenes inmigrantes apuestan por instalarse y trabajar en
Castilla y León. Así se puso de manifiesto en el Foro de Juventud e
Inmigración de Zamora, que abrieron la consejera de Familia, Rosa Valdeón,
y el de Presidencia, Alfonso Fernández Mañueco.
   Este
encuentro puso de manifiesto que la integración social es un medio para
construir la nueva realidad regional, tal y como señalaron los
responsables de la Junta de Castilla y León, quienes dieron el pistoletazo
de salida a unas jornadas que contarán con la presencia de destacadas
personalidades del mundo de la cultural y la sociedad, como Espido Freir,
Juan Manuel de Prada y Javier Sádaba, entre otros.
   El objetivo
del encuentro es fomentar entre los castellanos y leoneses y las personas
que llegan de otros países, «un eje sociocultural que fomente aquellos
valores que se tienen que sembrar para construir un futuro en común», tal
y como señaló la responsable regional de Familia e Igualdad de
Oportunidades, Rosa Valdeón.
   Por su parte, Fernández Mañueco
describió nuestra Comunidad como una tierra de oportunidades para los
inmigrantes que buscan un futuro mejor.
   El consejero de Presidencia
y Administración Territorial, destacó que en Castilla y León conviven
personas de todo el mundo, y «es importante favorecer su integración, algo
que – dijo – nos llevó a la creación de un Plan Integral de Inmigración para
ayudar a estas personas».
   Además, recalcó que es necesaria, en
materia de inmigración, una colaboración de los partidos políticos y las
administraciones, sobre todo central y regional.
   Al respecto lamentó
que, en su opinión, el ministro de Trabajo, Jesús Caldera «no tenga la
sensibilidad suficiente para saber integrar todas la voluntades».
   Por su parte, el sociólogo e historiador Sami Näir, premio Príncipe de
Asturias de la Concordia el pasado ejercicio, impartió la primera
conferencia del Foro, en la que analizó los flujos migratorios a partir de
la situación mundial actual.
   «La inmigración es casi natural,
teniendo en cuenta el crecimiento de las desigualdades económicas entre
los países», aseguró Näir, quien señaló que las soluciones para acabar con
el problema de la inmigración clandestina son el intentar aminorar las
diferencias entre países, establecer relaciones de cooperación justas y
una política de frontera que defienda la dignidad humana, aunque matizó
que en la actualidad «la apertura de fronteras es absolutamente imposible».
   «España va a tener un tejido étnico y cultural diferente en los próximos
años y la inmigración hay que asumirla desde la perspectiva humana, no
política», manifestó Näir, quien definió España como «uno de los países
más democráticos de Europa», informa Ical.
   Respecto
al posible racismo, dijo no enteder esa palabra, porque «todos tenemos
sentimientos de rechazo, pero también existen los de solidaridad».