«España es un país formado a base de una limpieza étnica»
La Voz de Galicia, 15-12-2006?spaña tiene pendiente un diálogo consigo misma. Jon Lee Anderson, periodista de guerra, participó ayer en Santiago en las jornadas sobre inmigración, emigración y comunicación organizadas por la Secretaría Xeral de Comunicación.
– Dice usted que, a la hora de ver y de informar a la inmigración hay que «desprejuiciarse» ¿Cómo se «desprejuicia» uno?
– La sociedad sola no cambia. Los medios y los informadores tienen un deber en tratar de cumplir con su función lo mejor posible. Y su función es reportar la realidad, que es ajena a los prejuicios de uno. La mejor manera de ofrecerla al público es, simplemente, saber la verdad de lo que estás escribiendo. Al menos, hay que intentar encontrar la manera de estar en el sitio de los hechos sin teñirlos de tu propio bagaje cultural.
– Y, en general ¿eso se hace?
– Creo que muchos hacen el esfuerzo. Que el gran público lo acepte o no ya está fuera de sus manos. Hay una diferencia en ir de turismo al Perú y volar de Lima a Cuzco que hacerlo en autobús, que te demora cinco días pero compartes una experiencia.
– ¿Qué opinión le merece esta frase tan española del «yo no soy racista, pero…».
– España tiene varios líos. Ha sido una sociedad que se ha transformado en muy poco tiempo. Se ha recuperado de una dictadura que fue muy larga y que forjó la psicología de la generación actual, sin duda. Siempre fue un país de emigrantes, formado y forjado por la Reconquista y la negación de la conquista anterior. Hay mucho de árabe en la comida, en el idioma, pero eso no está reconocido a nivel cultural. España necesita crear un debate abierto, real, que incluya a la gente común, no sólo a la élite. Los españoles aún no han tenido tiempo de absorberse a sí mismos y ya han tenido que absorber una inundación de personas, en algunos casos, desafines culturalmente.
– ¿Por qué lo diferente nos da miedo?
– En cada nueva etapa, España ha borrado la memoria histórica de la anterior. Es un país formado a base de una limpieza étnica que ocurrió hace quinientos años y, hasta cierto punto, de repetidas limpiezas, sectarias, filosóficas, políticas…. De repente, hay una Torre de Babel donde todo se dice todo y todo se habla, pero el fondo no ha cambiado.
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