DIONI MARTIN / CANTANTE
«No he votado en mi vida»
El Mundo, 15-12-2006CON MUCHA CARA / «Yo creo en Dios o como se llame. Creo que hay algo, aunque no lo que nos han enseñado» / «San Cristóbal es un barrio de gente sencilla, obrera… (…) Se vive en armonía» / «Yo no quiero innovar nada» / «No tengo que camelármela. Madrid me quiere» / «La juventud tiene que disfrutar de la vida» / «Hace 10 años, el flamenco se veía como algo hortera» Dice Dioni Martín que a su primer disco en solitario le ha quitado «la máquina de Camela». El resultado, un disco de rumbas ágil y entusiasta que lleva un título que es sobre todo un homenaje al barrio de Madrid donde creció: Desde San Cristóbal. Por cierto, que de las nueve canciones, seis tienen como autor a su hijo Rubén. La saga continúa.
Pregunta. – ¿Le van a hacer una estatua en San Cristóbal de los Angeles?
Respuesta. – ¡Ojalá! A mí no, a Camela. ¿No tiene allí Raúl González su pabellón? ¿Y en Leganés no hay una calle que se llama de AC/DC? Pues entonces, ¿por qué no?
P. – ¿Y sería de bronce o de otro material?
R. – De oro me parece a mí que no, porque entonces la estatua duraba media hora (risas).
P. – ¿Y el pedestal?
R. – Que sea alto, que se vea grande.
P. – ¿Qué tiene San Cristóbal de especial?
R. – Es un barrio de gente sencilla, obrera… Ahora mismo entre el 35% y el 40% son de fuera: mucho rumano, mucho búlgaro, gente árabe… Bien, se vive en armonía.
P. – Aunque usted ya no vive ahí.
R. – No, en Perales del Río, pero sigo yendo a mi barrio casi todos los días, así que no lo echo de menos.
P. – En el disco aparece una niña llamada Cinthya. ¿Qué le parece esa moda de los nombres ingleses? Kevin, Jhonatan…
R. – Yo tengo un hijo que se llama Cristopher, o sea que… Y mi hermana pequeña es Elizabeth y tengo un primo que se llama Jhonatan. Me parece muy bien. En cambio, el mayor se llama Rubén. Si te gusta el nombre…
P. – ¿Y usted no hubiera preferido llamarse Jhonatan antes que Dionisio?
R. – Hombre, yo prefiero Dioni porque ya estoy hecho (risas). Por cierto, que a mi hijo, cuando fui a hacerle el DNI aparecía como Cristóbal y no como Cristopher.
P. – Otro cambio que ha habido, especialmente entre la etnia gitana, es el de la religión. La Iglesia católica está perdiendo enteros entre esta comunidad.
R. – No sé. Yo creo en Dios o como se llame. Creo que hay algo, aunque no lo que nos han enseñado. Ahora en la etnia gitana lo que hay es eso que llaman El Culto. Yo creo que es todo lo mismo, pero que se dice de distinta manera. Muchas veces, yo saludo diciendo: ‘A las buenas, paz de Dios’, y no soy especialmente religioso. Me pasa como con la política.
P. – No pensaba preguntarle sobre el particular…
R. – Pero te lo digo porque es así. Y llámame conformista o lo que quieras, pero yo, con 36 años que tengo, no he votado en mi vida. Y hoy por hoy no pienso votar. Me siento imparcial y si te digo la verdad, ninguno me convence.
P. – Sobre el disco, ¿existía ya la rumba madrileña?
R. – Sí. Yo no quiero innovar nada. Sólo aporto lo que yo tenía dentro durante todos estos años.
P. – ¿En Madrid somos poco rumberos?
R. – En Madriiiiiiid… son rumberos, pero Madrid yo veo que son más… Mira, por ejemplo yo he estado cuatro días en Barcelona y me he sentido más pez en el agua que en Madrid. No sé, quizás porque hay más andaluz. Aquí tenemos Radio Olé y poco más. A nivel de medios, está falto Madrid con respecto al flamenco.
P. – ¿Madrid ha mirado por encima del hombro a Camela?
R. – Toda España, pero de eso hace ya mucho tiempo. A la primera, decíamos, ‘joer, pero si nosotros no hemos hecho na’. Ahora ya nos da igual. También es verdad que estamos viviendo un momento dulce. Hace 10 años, el flamenco se veía como algo hortera.
P. – ¿Y esta ciudad hay que camelársela despacito o de golpe?
R. – Madrid es Madrid. No tengo que camelármela. Madrid me quiere. Pero me refiero a mi gente. Yo me muevo por la zona sur y el centro no lo piso casi.
P. – ¿El sombrero es una seña de identidad?
R. – Una vez hicimos un vídeo, me puse un sombrero del Oeste, y me gustó tanto que se hizo habitual. Ahora los sombreros me los regalan los fans.
P. – ¿El lema de Dioni Martín es no aburrirse nunca?
R. – Sí. Eso ante todo, macho. Camela no buscaba el éxito; lo hacíamos por hobby, para divertirnos. Y luego vendimos un millón de discos y nos convertimos en un fenómeno social.
P. – Usted fue padre muy joven, ¿lo recomienda?
R. – Fui padre con 17 años. Y aunque los gitanos solemos casarnos pronto, si ahora me viene el de 19 años y me dice que se va a casar, me pondría en la posición de mis padres y le diría: «¡¡¿Qué?!! ¡Te mato!» La juventud tiene que disfrutar de la vida.
RETRATO
Origen. Madrid, 1970. Currículo. Integrante de Camela, uno de los grupos de flamenco – «flamenquito», dice él – más exitosos de los últimos años. Salieron de San Cristóbal de los Angeles. Aficiones. «La música, el cine y el fútbol». Debilidades. «La música también. Me puede». Pero dígame otras cosas: el chocolate, las angulas… ¿El de comer o el de fumar? «(Risas) Yo me he criado en un ambiente con droga, pero jamás he probado la cocaína o el caballo. De joven me fumé un porro y me puse malísimo. Y llevo un año sin fumar». Virtudes. «Me enorgullezco de que lo que tengo, me lo he currao». Defectos. «Yo qué sé. El físico que tengo (risas)».
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