“Es un ejercicio planificado desde algún tiempo y está diseñado para saber si las distintas agencias federales podemos operar (en conjunto ante una migración) y no tiene nada que ver con nada de lo que está ocurriendo en Cuba”, dijo ayer a EFE Luis Díaz, portavoz de los guardacostas de Miami.

En el operativo de dos días participan más de quinientos agentes de los guardacostas y de las oficinas de aduanas, inmigración, protección de fronteras, de la policía y otras agencias de los condados de Broward, Miami-Dade, Monroy y Palm Beach.

Díaz informó que se ensaya el plan de contingencia del Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. sobre cómo afrontar una migración masiva por mar procedente de cualquier país del Caribe, un ejercicio que es un mandato presidencial y que forma parte de un plan de preparativos a nivel nacional.

“Este plan puede ser utilizado para un éxodo de inmigrantes de República Dominicana, Haití y Cuba”, precisó.
El ejercicio, establecido en junio de 2003, ayudará a las autoridades estadounidenses a identificar las áreas que se requieren mejorar y a reforzar los esfuerzos de acción de manera conjunta.
Los guardacostas enfatizaron que el momento en que realiza este año “no refleja de ninguna manera preocupación por los recientes eventos en Cuba. De hecho, el plan no se enfoca en ningún país en especial, sino en una migración masiva de cualquier nación del Caribe”.

Tras la sucesión temporal del poder en Cuba por la enfermedad del gobernante Fidel Castro, diversos analistas han alertado sobre la posibilidad de que se produzca un éxodo de cubanos en caso de que falleciera el mandatario cubano.

Estados Unidos afrontó varios éxodos de inmigrantes en los últimos 20 años como la crisis del Mariel (Cuba) en 1980 con la llegada a Florida de más de 125.000 cubanos y otros 38.000 en 1994, según cifras oficiales.
Ese año también más de 25.000 haitianos se lanzaron al mar para buscar refugio en las costas de Florida.