Las redadas realizadas el martes en seis plantas procesadoras de carne en Estados Unidos produjeron un saldo de 1 mil 282 inmigrantes arrestados, se informó oficialmente ayer.

El operativo especial que llevaron a cabo autoridades del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y la Comisión Federal de Comercio (FTC) tenía el objetivo de alcanzar a violadores de las leyes migratorias y responsables de robo de identidad.

Entre los arrestados hay un número aún no determinado de salvadoreños, según confirmaron responsables del ICE. Además, hay personas de México, Guatemala, Honduras y Perú.

Agregaron que 1 mil 217 personas de las detenidas fueron acusadas de violar las leyes de inmigración, mientras que 65 enfrentarán cargos por robo de identidad.

El operativo se llevó a cabo en seis plantas de la compañía Swift & Co., en las ciudades de Cactus (Texas); Greeley (Colorado); Grand Island (Nebraska); Worthington (Minnesota); Marshslltown (Iowa); e Hyrum (Utah).

El secretario de Seguridad Interna, Michael Chertoff, pidió al Congreso de los Estados Unidos generar leyes que permitan controlar eficientemente el uso de las tarjetas de seguridad social y aprobar un sistema de trabajadores temporales que impida que quienes vienen a este país ingresen ilegalmente a la fuerza laboral.

“La solución a largo plazo es tener un programa de trabajadores temporales que responda a las necesidades económicas sin poner a la gente en una posición en la que se vean obligados a romper la ley”, afirmó Chertoff, y destacó que los esfuerzos de su departamento están enfocados en detener el uso de documentos falsos.

La redada fue el resultado de una investigación iniciada en febrero, y según Chertoff, cientos de trabajadores en la procesadora robaron la identidad de ciudadanos estadounidenses haciendo uso de tarjetas de Seguro Social y otros documentos para ingresar a la empresa.

Huérfanos por redada
Decenas de niños habrían quedado abandonados tras la redada del pasado martes.
El alcalde de Cactus, en Texas, Luis Aguilar, dijo que tras el operativo “el pueblo se ha quedado prácticamente solo”.

“Ahorita, el problema más grave que tenemos es que hay muchos niños sin supervisión”, declaró el alcalde.

Caro Valdez, secretaria de una iglesia en Dumas, informó que habían preparado un salón para albergar a algunos de los niños.

El problema, dijo, es que no sabían cuántos llevarían a ese lugar cuando salieran de clases y que sus padres no pasaran por ellos.