BRUSELAS – Turquía no eclipsará la cumbre europea que arranca hoy en
Bruselas. El acuerdo de los ministros de Exteriores el lunes sobre el
futuro de las negociaciones de adhesión permitirá a los Veinticinco poner
otros temas de interés sobre la mesa. La inmigración y la capacidad de
absorción de nuevas ampliaciones centrarán los debates, aunque todas las
miradas estarán puestas en la canciller alemana, Angela Merkel, quien
ostentará la Presidencia del club a principios de año y tendrá la difícil
labor de «revivir» la Constitución.
   El presidente de
la Comisión, José Manuel Durao, se mostraba conmocionado está semana por
«las imágenes de gente arriesgando sus vidas para alcanzar las costas
europeas». Para combatirlas, el borrador del texto de conclusiones
reconoce que «tanto los desafíos como las oportunidades de la migración en
beneficio de todos es una de las principales prioridades de la UE al
comenzar el siglo XXI».
   Los Veinticinco fijarán las líneas de
actuación para 2007, donde se pondrá especial atención a la cooperación
internacional con terceros países de origen y transito de emigrantes, a la
mejora de la gestión de la frontera exterior, y al desarrollo de políticas
comunitarias de buena gestión de la emigración legal.
   La
UE se debate acerca de su capacidad de absorción de nuevos estados. Con
Turquía y Croacia en plenas negociaciones y los países balcánicos llamando
a las puertas, el Consejo confirmará «los compromisos relativos a las
actuales negociaciones de adhesión». No obstante, establecerán «una
condicionalidad rigurosa en todas las fases de las negociaciones».