Pujol, favorable a que se hagan pruebas a los inmigrantes para ser ciudadanos
El ex presidente de la Generalitat se muestra de acuerdo, con matices, con
La Razón, 14-12-2006Barcelona – La propuesta que lanzó la federación nacionalista presidida por
Artur Mas durante la última campaña electoral sobre el carné de
catalanidad por puntos no está a las antípodas, ni mucho menos, de lo que
piensa el fundador de CiU y ex presidente de la Generalitat, Jordi Pujol.
O por lo menos, eso se desprende de las declaraciones que hizo ayer el que
fuera titular de la Generalitat durante 23 años.
En el marco de
la presentación de un seminario sobre demografía que ha organizado el
Centro de Estudios que lleva su nombre, Pujol se mostró de acuerdo, aunque
con matices, con la propuesta del primer ministro británico, Tony Blair,
de someter a examen a los inmigrantes para acreditar su integración social
y concederles la ciudadanía. A su entender, «la gente que viene de fuera
debe hacer un esfuerzo para integrarse y cualquier país ha de pedir que se
sepa su lengua».
El ex titular de la Generalitat, siempre
controvertido en temas de inmigración, explicó que, además de conocer el
catalán, los inmigrantes que viven en Cataluña deberían tener unos mínimos
conocimientos de historia del país, así como tener presente que en esta
sociedad rige la igualdad de sexos y que «hay determinadas normas de
convivencia» que se deben cumplir, como por ejemplo «no hacer ruido por la
noche durante el Ramádan».
Como siempre, Pujol se mostró
obsesionado por la amenaza que, a su juicio, supone la inmigración para la
identidad catalana. En este sentido, advirtió que la baja natalidad que
existe en Cataluña, con 1,2 hijos por familia de media, y el incesante
incremento de la inmigración «podrían hacer desaparecer la colectividad
catalana». De hecho, sostuvo que podría evaporarse antes del año 2800. Lo
dijo en alusión a un estudio estadístico publicado por la revista The
Economist que afirmaba que en 2.800 desaparecerá la población japonesa.
«A los políticos les cuesta hablar de esto, pero desde fuera de la política
se tiene que hablar, porque es suicida no hacerlo», afirmó el carismático
político catalán, que siempre que puede recuerda que ya está retirado de
la política.
El ex mandatario lamentó que el hecho de que se
pierda la identidad catalana «no preocupe a mucha gente», pese a que es
«evidente» que el catalán está reculando como lengua habladadía tras día.
«Sólo hace falta ir por la calle o coger el metro. No hace falta ser un
sabio para verlo», subrayó.
Por eso, Pujol apostó por
«integrar» a la nueva inmigración, como se hizo con la oleada de
inmigración en los años 90, con el objetivo de conseguir que, por lo
menos, conozcan el catalán en una región en la que existe una dificultad
añadida; y es que hay dos lenguas oficiales, la catalana y la española.
No es la primera vez que el ex presidente nacionalista se expresa, más o
menos en estos términos, aunque sí lo es después de la polémica que
suscitó la propuesta de CiU de hacer exámenes y dar puntos a los
inmigrantes para ser considerados catalanes. La federación nacionalista
exigía unos conocimientos mínimos de Cataluña.
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