"Prensa Libre". GUATEMALA. "Una cálida bienvenida"
Algunas claves para recibir a nuestros lejanos familiares
Prensa Latinoamericana, 13-12-2006“En los próximos días por fin los voy a ver y podré conocer a mis tres nietos”, dice la señora, con una extraña mirada entre felicidad y tristeza, propia de una madre que vive con la ilusión de volver a abrazar a sus hijos.
Sin duda, diciembre es la temporada en que muchas personas que viven fuera de nuestras fronteras, vuelven para compartir las fiestas decembrinas con sus familiares.
Francisco* vive en California desde hace poco más de 11 años y luego de sortear varios contratiempos, tendrá la oportunidad de reunirse con su progenitora. “Él no venía por falta de recursos económicos o porque debía laborar en estas fechas”, cuenta María José.
Su otro hijo, Marco*, tampoco había regresado al país que lo vio nacer. Hace seis años, emigró hacia el caluroso estado de Texas para darle una mejor calidad de vida a toda la familia que aquí dejaba.
“Los dos han triunfado. La comida nunca falta aquí y hasta nos podemos dar algunas comodidades de vez en cuando”, expresa María José.
Sin embargo, incontenibles lágrimas empiezan a recorrer sus mejías cuando trata de expresar su deseo por volver a estar junto a ellos. “Ahora entiendo cuando dicen que el dinero no es la felicidad”, indica.
Así, el sicólogo Erick Rac, de la Liga Guatemalteca de Higiene Mental y el terapeuta Rogelio Fuentes, brindan algunos prácticos consejos para convivir en armonía con nuestros seres queridos que nos visitan del extranjero durante el fin de año.
Bienvenida
En principio –y para evitar problemas–, todos los integrantes de la familia deben estar enterados de las visitas, señala Erick Rac.
“Por lo regular, sólo es la madre quien está enterada de las cosas, mientras que lo correcto es que todos se involucren, que sepan cuál será el ritmo de vida que se llevará y que todos comprendan que se trata de una visita que no se tiene con regularidad”, refiere.
Algunas de las preguntas más frecuentes de los anfitriones son: ¿Dónde deben hospedarse nuestros invitados? ¿En nuestro hogar o en un hotel?
El terapeuta Fuentes expone que “el guatemalteco se caracteriza por expresar su cariño y por brindar siempre un lugar a sus familiares”.
Asimismo, Rac agrega que dar un espacio para ellos es bueno, siempre y cuando su estadía sea por un corto período, pues con el tiempo podrían darse rencillas e incomodidades, pues las personas no están acostumbradas a convivir y poseen distintas costumbres.
“Si por ejemplo la estancia es por un largo tiempo, es conveniente que se hospeden en un apartamento u otra parte para que las vidas de ambas familias no sean interferidas de ningún modo”, dice Rac.
¡Evítelo!
“Muchas personas gustan aparentar lo que no poseen”, señala Fuentes. Es por esa razón que muchos hacen enormes remodelaciones a sus casas para impactar a sus seres queridos. Esto no quiere decir que sea malo, pero recuerde que el objetivo es estar con ellos y no mostrarles las pocas o muchas cosas materiales de las que dispone. “Piense en que su economía podría verse fuertemente afectada”, advierte. Basta con brindarles un espacio adecuado para dormir y libertad para movilizarse.
Por aparte, Rac recomienda no abordar temas sobre frustraciones, la violencia o la difícil situación económica que atraviesa el país. No se trata de ocultar la realidad, pero deje a un lado ese tipo de pláticas, ya que en lugar de agradar a los huéspedes, los horrorizarán. Hable mejor sobre los éxitos que ha alcanzado a lo largo del año, así como de sus sueños.
Otro error frecuente es que, en algunas ocasiones, se dicen cosas sin pensar en sus consecuencias. “¡No nos trajiste nada!” o bien, “¿qué regalos nos traes?” son sólo dos ejemplos de frases que no deben hacerse, pues ambos casos pueden ser interpretados como puro interés.
Tradiciones
María José asistirá al aeropuerto a recibir a sus parientes e inmediatamente partirán hacia Huehuetenango. Tamales y marimba estarán presentes para esa ocasión, señala.
Fuentes incentiva a mantener las costumbres que siempre se han practicado. “Al migrante le gusta regresar y encontrarse con todo aquello que dejó. Desean volver a experimentar la emoción de sus tradiciones”, dice.
De acuerdo a Rac, esto también ayuda a estrechar los lazos familiares, pues lo que se compartió en el pasado, puede resurgir en el presente.
Para él, no se debe caer en la monotonía de llevarlos a un centro comercial, ya que es mejor invitarlos a caminar a un parque y tomar un helado, pues lo que se busca es fomentar la comunicación y relatar las experiencias por las que han pasado durante el período de separación. “Ir a los comercios sólo alimenta el consumismo”, comenta Fuentes.
Además, ambos especialistas aconsejan que si los visitantes desean salir a pasear por su cuenta a determinado lugar, usted no debe prohibírselos. “No los haga sentirse atados a lo que usted disponga”, expone Rac. “Hágalos sentirse libres”.
Hasta pronto
Luego de haber pasado las agradables fiestas de Navidad y Año Nuevo, despídalos con un fuerte abrazo y dígales que las puertas de su hogar siempre estarán abiertas para ellos. “Todo ser humano es sensible. Si quiere llorar, hágalo”, menciona Rac.
Sin embargo, el experto en salud mental recomienda no caer en una grave depresión. Si eso dura por varios días o semanas, busque ayuda sicológica para tratamiento.
María José, a pesar de manifestar su ferviente deseo por juntarse con los suyos, guarda la cordura al respecto. “Sé que sólo los veré por unos días. Los aprovecharé al máximo y espero reír, llorar y decirles a mis hijos y nietos cuánto los amo. Sé que partirán al norte de nuevo, para seguir con el trabajo y estudio. Mientras tanto, no pensaré en su partida y al contrario, disfrutaré el presente”, puntualiza.
Fuentes consultadas
Erick Rac/Liga Guatemalteca de Higiene Mental, Tel.: 2232-6269; Rogelio Fuentes, Tel.: 2471-6330.
- Nombres ficticios para proteger la privacidad de las personas.
Consejos
Mientras sus familiares lo visitan:
Hágalos sentir como en casa y manténgase pendiente de sus necesidades.
Evite hablar de temas fatalistas. Tenga en todo momento una mente positiva.
¡Ojo! El intercambio de regalos no es una competencia de quién da más. El mejor obsequio es muchas veces el más sencillo y el que posee un significado.
Sea creativo. Prepare algunas actividades para pasarla junto a sus familiares.Visite amigos en común que hayan tenido en el pasado, asista a las posadas, cenen juntos o asistan a sitios turísticos.
Comidas. Lo tradicional siempre es agradecido: tamales, paches, pavo, tostadas, chuchitos, ponche, atol de elote, arroz en leche o las clásicas 12 uvas a la media noche del 31 de diciembre.
Al despedirlos, abrácelos, béselos o proporciónele palabras de aliento como un “hasta pronto” o “te estaré esperando”. Mantenga viva la llama de la esperanza.
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