La decisión adoptada por la Diputación Foral de Gipuzkoa de acoger el próximo mes de febrero a una decena de menores inmigrantes llegados a Canarias en cayucos, revela una voluntad solidaria y comprometida con un problema de dimensión humanitaria con el que la institución foral ha querido implicarse a pesar de la saturación que padece actualmente la red de acogida de menores en el territorio guipuzcoano. Esta decisión representa un significativo esfuerzo como respuesta a la llamada de ayuda de la Comunidad Autónoma de Canarias y es también consecuencia de un trabajo discreto desarrollado a lo largo de estos últimos meses, que ha culminado con la adquisición y condicionamiento de un caserío en Lezo, que servirá como centro de acogida de estos menores inmigrantes.

La Diputación hará este mismo mes una propuesta oficial a la Comunidad de Canarias y a la dirección general de Inmigración, dependiente del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, basada en el compromiso de proporcionar acogida a y alojamiento a entre ocho y diez menores. La institución foral solicitará también que tengan más de 16 años, con el fin de favorecer así su más rápida inserción social y laboral en Gipuzkoa. La decisión de la Diputación responde a una solicitud de ayuda procedente de Canarias, que ha sido secundada por el Ministerio de Asuntos Sociales. La llamada recibió positiva respuesta hace meses desde Asturias, Cantabria, Cataluña, Comunidad Valenciana, Ceuta y Castilla y León. En Euskadi, comunidad en la que las competencias sobre menores recaen en las diputaciones forales, sólo la institución foral de Gipuzkoa ha decidido por el momento acoger a un grupo de menores. La Diputación adquiere así una responsabilidad institucional que compromete la solidaridad compartida del conjunto de la sociedad guipuzcoana.