euskadi recupera desde hace cinco años el signo positivo , ya que llegan más personas de las que se van

vitoria. Hace dos décadas el éxodo en el País Vasco era un hecho indiscutible. Tras el boom de inmigrantes de otras zonas del Estado en los años 60, la reconversión industrial, la añoranza a la tierra o la búsqueda de nuevos horizontes hicieron que la Comunidad Autónoma del País Vasco tuviera un saldo migratorio negativo. Según los datos facilitados por el Instituto Vasco de Estadística, en Euskadi hicieron la maleta en 1988 más de 18.100 personas. Mientras, apenas llegaron 8.000 individuos a residir a algún municipio vasco en ese mismo año. El balance, por tanto, ofrecía un saldo migratorio negativo (10.089 personas menos tras restar los que llegaron a los que emigraron). Y la tendencia negativa, de hecho, continuó imparable hasta el año 2000.

Precisamente, desde hace cinco años, la marcha de residentes vascos es menor a la llegada de inmigrantes (bien foráneos o de otras comunidades autónomas). Con la llegada del nuevo siglo se registraron 17.462 emigrantes por 20.022 inmigrantes en la CAPV.

A partir de ahí, el saldo positivo ha crecido poco a poco. En 2004, los últimos datos publicados, señalan que decidieron dejar sus residencias 21.304 personas, pero que otras 38.328 se decantaron por instalarse en Euskadi.

Por capitales, Vitoria se presenta con el balance creciente más notable después de restar las llegadas y las partidas. De hecho, la capital alavesa cuenta con un incremento del 172% respecto al año anterior; un saldo muy superior al que registra Bilbao (72%) o a San Sebastián (se mantiene casi en cifras similares).

Las localidades con el saldo migratorio negativo más elevado en la CAPV son Portugalete, Sestao, Mondragón, Ermua, Ondarroa y Errenteria. >b.a.