"EL DIARIO". Ciudad Juárez. MÉXICO

Felipe Calderón y Estados Unidos

Prensa Latinoamericana, 10-12-2006
Rafael Álvarez Cordero.

Distrito Federal— Nadie puede ignorar que la relación internacional más importante que tiene México es con su vecino del norte, el país más poderoso del planeta, los Estados Unidos; es la relación más importante porque la mayor parte de las exportaciones de nuestro país se hace hacia allá, es la más importante porque nuestra frontera de tres mil kilómetros es la más transitada del planeta (tan sólo por Tijuana cruzan más de 25 millones de personas al año, similar cantidad por Ciudad Juárez).

Es la más importante porque los roces que se ocasionan por el paso de mexicanos indocumentados o el paso de yanquis que quieren escapar de la justicia son constantes, es la más importante porque los problemas de salud son comunes a los pobladores de la frontera, los contagios pueden llegar a uno u otro lado, y los programas comunes de salud tienen que ser abordados por las autoridades de los estados fronterizos de ambos países.

Pero al tiempo que es importante, es motivo de preocupación tanto de las autoridades yanquis como mexicanas; la historia de esta relación es larga, no siempre cordial, por lo que se merece toda la atención, sobre todo ahora que hay un cambio de gobierno.

Vicente Fox presumió de la amistad de George W. Bush, pero no consiguió nada o casi nada; los republicanos eran mayoría en ambas Cámaras y Bush, cuyo espíritu racista no puede ocultarse, se apoyó en ellos para bloquear las posibilidades de una buena ley migratoria que beneficiara tanto a los granjeros de los Estados Unidos como a los trabajadores mexicanos indocumentados.

Las historias de agresión, rechazo, vejaciones y muerte de los migrantes son conocidas, trágicas y al parecer no tienen fin; Fox buscó un acuerdo, y presumió en su momento que tendría la “enchilada completa”, pero nada logró.

Hoy el panorama es distinto, y después de las elecciones legislativas de Estados Unidos en noviembre pasado, Bush no cuenta con los representantes y los senadores republicanos y los demócratas, que ahora son mayoría, piensan muy diferente (no todos, pero la mayoría) en lo que se refiere a una Ley de Migrantes.

Por eso Felipe Calderón tuvo ya el primer acercamiento con Bush, precisamente al día siguiente de la derrota de los republicanos en las Cámaras, y dio el primer paso para lograr que los proyectos de colaboración sean una realidad.

La selección de Patricia Espinosa, respetadísima diplomática con más de 25 años de experiencia en la Cancillería, es una decisión espléndida, que seguramente augura una mejor relación no sólo con el país del norte, sino con todo el mundo.

Asimismo, la designación de Arturo Sarukhán como enlace especial con Estados Unidos confirma que para Calderón los yanquis tienen una particular importancia.

Habrá que revisar y actualizar el Tratado de Libre Comercio, mejorar las actividades de la Asociación Fronteriza México-Norteamericana de Salud, para ofrecer mejores condiciones de salud a quienes viven en la frontera, y lograr, poco a poco pero con firmeza, un acuerdo de migración que beneficie por igual a ellos y a nosotros.

Muchas cosas pasarán en los próximos meses, esperemos que la relación de México con el mundo, en especial con nuestros vecinos más cercanos, sea positiva.

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