"EL UNIVERSO". Guayaquil. ECUADOR
Largas colas antes del viaje navideño de migrantes
Prensa Latinoamericana, 10-12-2006Jaime Cevallos, para EL UNIVERSO | BARCELONA, España
Emocionados por el reencuentro con sus familiares por la próxima Navidad, cientos de ecuatorianos hacen fila en las oficinas españolas para obtener un permiso de retorno que les permite viajar y luego regresar a España.
El permiso lo solicitan quienes se regularizaron en el 2005 y tramitan la renovación de la tarjeta de residencia. El anhelo del retorno se vive también en el aeropuerto de Madrid.
Entre ellos se hallaba el ambateño Alberto Rojas acompañado de su hijo Justin Alexander, de año y medio de edad. Ambos soportaron el intenso frío de la madrugada y el hambre al no probar bocado hasta las 14:00 de ese día, todo por lograr el permiso que le permita al menor conocer a sus parientes ecuatorianos.
La emoción y ansiedad entre los inmigrantes ecuatorianos por el reencuentro con sus familiares se siente con fuerza pese a que deben esperar hasta diez horas para obtener ese permiso de salida.
Hasta siete meses
El problema se produce porque los 550.173 extranjeros que se beneficiaron del proceso extraordinario de regularización efectuado entre el 7 de febrero y 7 de mayo del 2005 se encuentran tramitando su segunda tarjeta de residencia, lo que ha provocado un cuello de botella en la administración, según explicaron en el Gobierno Civil.
Las segundas tarjetas tardan hasta siete meses en ser emitidas y los inmigrantes no pueden viajar a sus países de origen sin ellas, ya que de hacerlo no podrían volver.
Por eso, Araceli de la Ese madrugó el martes pasado para ir al Gobierno Civil. Eran las cinco de la mañana y se encontró con una fila de unos 300 metros de largo, en la que había inmigrantes que dormían o intentaban dormir sobre unos cartones.
“Sabía que muchos necesitábamos el permiso de retorno, pero no me imaginé que éramos tantos. Sí hay gente que ha dormido aquí”, dijo.
Araceli, oriunda de Guayaquil, legalizó su estancia en España en mayo del 2005 tras permanecer dos años viviendo en la clandestinidad por la falta de permisos de residencia y trabajo. “Con mi primera tarjeta, me fui al Ecuador a visitar a mi madre y a mi hija Nicole, que ahora tiene siete años”, contó.
El pasado mayo caducó la primera tarjeta de Araceli, e inmediatamente presentó la documentación para renovar el permiso de residencia, porque su deseo es ir a pasar la Navidad con la familia e iniciar los trámites para reagrupar a su hija.
“Me dijeron que la segunda tarjeta me darían en dos meses, pero han pasado siete y no la tengo. Así que me veo forzada a sacar el permiso de retorno, porque sin ese documento no podré regresar a España”, comentó.
La compatriota salió de las oficinas del Gobierno Civil a las tres de la tarde con su permiso de retorno en la mano tras haber permanecido en la fila durante diez horas.
Ese es el mismo tiempo que Patricio Fueres tardó para obtener también su permiso de retorno. Oriundo de Nanegal, en Pichincha, Fueres salió de Ecuador en el 2002 y desde entonces no ha regresado al país. “Mi primera tarjeta de residencia salió en noviembre del 2005 y ahora la estoy renovando. La Policía me dijo que si viajo con los documentos caducados, no me dejarán volver a Barcelona”.
“No es difícil obtener el permiso de retorno. Sin embargo, tantas horas de fila y los problemas que hay por las personas que intentan meterse por la fuerza terminan afectando los nervios. Entonces hay conatos de incidentes y la Policía tiene que intervenir”, señaló.
El ambateño Rojas también se quejó de los problemas que se generan en la fila y de que solo hay cuatro ventanillas para atenderlos.
“No tengo con quién dejar al niño, ya que su mamá sale a trabajar…
Quiero que mi familia conozca a mi hijo, él no debería haber aguantado tantas horas en una fila si me hubiesen dado la segunda tarjeta a tiempo”, señaló.
Según Rojas, él presentó la documentación para renovar la tarjeta de residencia en mayo pasado y hasta ahora no le han emitido el documento. “Tengo que andar con un resguardo y a veces ni siquiera puedo conseguir trabajo, porque en muchas empresas no dan empleo si no ven la tarjeta. Ahora mismo, por esa causa, me encuentro sin empleo”, manifestó.
(Puede haber caducado)