EDITORIAL. La vigilancia evita la inmigración ilegal

El Día, 10-12-2006

el consejero de Presidencia y Justicia del Gobierno de Canarias, José Miguel Ruano, reconocido canarión y procanarión, reconoció esta semana que el operativo Frontex, auspiciado por la Unión Europea, ha constatado la presencia de barcos nodriza transportando inmigrantes, que son, precisamente, los que después consiguen llegar a las costas de Canarias a bordo de cayucos o bien en pateras.

Este hecho es el que ha motivado que el operativo Frontex abarque también las aguas cercanas al archipiélago de Cabo Verde.

La inmigración que padece Canarias como punto de destino cuenta con tres rutas costeras y dos de ellas comprenden las zonas de Marruecos y del Sáhara Occidental, mientras que la otra procede de las costas de Senegal, con escala posterior en Mauritania.

Estas declaraciones del consejero vienen a dar la razón a EL DÍA, que lleva años asegurando que el problema se solucionaría impermeabilizando las fronteras y con elementos disuasorios. Nadie nos creyó, pero lo cierto es que desde que se instauró el Frontex la cifra de inmigrantes irregulares ha descendido.

Como decíamos, se trataba de un problema de Estado que quedaría resuelto si se adoptase una política de seguridad y control de las fronteras en el Atlántico Medio y ello se conseguiría desde una posición de fortaleza del Gobierno estatal ante la Unión Europea y no actuando con parches.

Convendría interrogar de nuevo a José Segura para ver si coincide en que una serie de mafias ¿existen, no existen? operan con los inmigrantes y que han avistado y fotografiado barcos nodriza repletos de pateras y cayucos. Mafias, por cierto, que están obnubiladas y encantadas con las actuaciones que lleva a cabo el Gobierno que preside el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, que han derivado en que las fronteras canarias sean un coladero.

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