Gritos como “moros no, España no es un zoo” fueron la consigna más repetida en la marcha convocada en Ruzafa el 2 de marzo de 2002. Esta protesta y la contramanifestación degeneraron en graves disturbios. Hubo 23 radicales antifascistas detenidos. Ahora, los organizadores irán a juicio acusados de incitar al odio racial. Sucursales bancarias atacadas, contenedores de basura en llamas, un coche policial y mobiliario urbano destrozado, lluvias de botellas, piedras y ladrillos y multiples agresiones de cabezas rapadas fueron el resultado de la jornada.

Ocurrió tras la manifestación contra la inmigración convocada por la organización España 2000 en el barrio de Ruzafa el 2 de marzo del año 2002.

Unas 200 personas participaron en aquella protesta y unos 1.500 radicales antifascistas, entre los que hubo 23 detenidos, en la contramanifestación.

Durante la marcha, según consta en la denuncia presentada por una decena de organizaciones, fueron coreados lemas racistas como: “Moros no, España no es un zoo”. Ahora, estos hechos pueden ser considerados como un delito de provocación a la discriminación por motivos raciales, étnicos o de nacionalidad, recogido en el artículo 510 del Código Penal.

Los denunciantes –asociacionessolidarias, vecinales, de inmigrantes y culturales– también acusan a los organizadores del acto de incurrir en el delito del artículo 514.1 del Código Penal: el que castiga a quienes promovieran una manifestación con fines ilícitos.

Violencia

El fin delictivo sería, en este supuesto, el de incitar al odio racial, ya que según la querella, la marcha fue convocada en “el barrio con mayor mezcla de etnias y culturas” y con el objetivo “de provocar el disturbio” y “el odio o la violencia contra los inmigrantes” residentes en el barrio de Ruzafa.

El juicio por esta denuncia se celebrará en la Ciudad de la Justicia el próximo mes de enero. “Será la primera vez que se llegue tan lejos por la vía penal en un asunto de este tipo en Valencia”, destacaron fuentes de los denunciantes.

La causa ha sido instruida por el juzgado de Instrucción número 2 y el encargado del juicio es el número 8 de lo Penal. El proceso se ha prolongado durante tanto tiempo debido a la excepcionalidad de la acusación y por diferentes sobreseimientos y recursos.

Aquella manifestación, que fue debidamente comunicada a la Delegación del Gobierno, fue la primera de una serie de protestas similares celebradas en los últimos años.

“Ya está bien de que esta gente incite al odio y a la violencia. La libertad de expresión tiene unos límites y uno de ellos es promover el racismo y la xenofobia”, subrayaron los denunciantes.

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