Las muestras de racismo en Georgia se volvieron a sentir a fines de noviembre con el reaparecimiento público de al menos 30 sujetos que se identifican como miembros del Ku Klux Klan (KKK, por sus siglas en inglés), organización que en el pasado se identificó por atacar a las personas de origen afroamericano.

Ataviados con su tradicional vestimenta blanca con capucha, los sujetos protestaron en el centro de la ciudad de Ellijay (noreste de Atlanta) con varios carteles en los que se resaltaba el rechazo que sienten contra la comunidad latina.

Entre las frases más duras que se podían leer se encontraba una que decía “Stop the latin invasion now” (paren la invasión latina ahora).

La protesta, que duró unas dos horas, estuvo custodiada en todo momento por más de 100 oficiales del Departamento de Policía de esa ciudad, aunque también hubo seguridad por parte del Departamento del Alguacil del condado de Gilmer, la Oficina Federal de Investigaciones de Georgia y el Consejo de Asesoría de Seguridad Agencias Unidas de Georgia.

De acuerdo con Larry Callahan, jefe de ese departamento policial, pese a que el número de espectadores era mayor al de los agentes de la ley, la protesta se dio en completo orden, por lo que no hubo ningún arresto.

“Esta gente tiene el derecho de decir lo que quiera. No es grato que alguien llegue al centro de un pueblo a criticar ciertos grupos de gente simplemente por el color de su piel o su nacionalidad, pero tienen el derecho de hacerlo”, apuntó.

Callahan añadió que la última vez que hubo una protesta del KKK, un grupo racista que promueve la supremacía blanca, fue hace casi una década.

Por su parte, la organización comunitaria Alianza 17 de Marzo de Georgia, entidad patrocinadora de los boicots comerciales y paros laborales del pasado 24 de marzo y 1.º de mayo, y de la masiva marcha del 10 de abril denominada “Campaña por la dignidad del inmigrante”, salió en defensa de los latinoamericanos y cuestionó la actuación de los manifestantes.

“Ya estos grupos hicieron demasiado daño en el pasado con los afroamericanos y ahora que ya no pueden hacer nada contra ellos, porque son reconocidos sus derechos, quieren atentar con nuestra gente, contra los trabajadores honrados que tanto aportan para la economía estadounidense”, aseveró Teodoro Maus, ex cónsul de México y vocero oficial de la alianza.