Las Palmas – El drama de la inmigración ilegal persiste pese a la severidad
de las condiciones climáticas. Los cayucos siguen llegando, pero ahora la
travesía desde África es infinitamente más dura que en verano. Prueba de
ello es la embarcación que llegó el miércoles por la noche a Arguineguín,
en Gran Canaria, con 36 inmigrantes a bordo. Uno de ellos no pudo soportar
la dureza del viaje y falleció, mientras otros trece eran trasladados a
hospitales de la isla con síntomas de hipotermia y deshidratación.
   Uno de ellos moría pasadas unas horas por una hipotermia severa. El resto,
según fuentes hospitalarias consultadas por Efe, parece estar fuera de
peligro.
   Interceptados tres cayucos
   El cayuco
en el que navegaban no pudo ser interceptado en origen por la Guardia
Civil, como sí lo han sido otros tres desde el 1 de diciembre. En el marco
del dispositivo de control de fronteras de la UE (Frontex), el Instituto
Armado interceptó a un total de 371 inmigrantes frente a las costas de
Mauritania y Senegal desde esa fecha. En concreto, han sido rescatadas dos
embarcaciones en aguas de Mauritania, que llevaban a bordo un total de 234
inmigrantes, y una en aguas senegalesas con 137 irregulares.
   Medidas
«contundentes»
   Esta situación ha vuelto a centrar la
mirada del presidente del PP, Mariano Rajoy, durante la clausura del
seminario sobre inmigración de la Internacional Demócrata de Centro,
celebrado en el Auditorio de la capital grancanaria Alfredo Kraus. Allí,
el líder popular consideró una «inmoralidad» resignarse y no luchar contra
la inmigración irregular, por lo que reseñó la necesidad de tomar medidas
«contundentes» para su erradicación. De lo contrario, invitó a los
políticos que se «resignan» a que «se vayan a su casa».
   El mandatario popular indicó que dentro del paquete de medidas que
presentará su partido en materia de inmigración de cara a las próximas
elecciones estará la prohibición de leyes de regularización masiva en el
marco europeo, igualar la normativa sobre inmigración en todos los países
de la Unión Europea creando así una política común y aumentar la
cooperación al desarrollo.
   Rajoy puso especial énfasis en la
necesidad de que la inmigración sea legal dado que, según dijo, «no puede
ser infinita porque no se cabe». En este punto, aprovechó para reiterar su
rechazo al proceso de regularización «masiva» realizado por el Gobierno
socialista.
   En su opinión, la inmigración irregular es «mala para el
que viene porque mueren miles de personas y también para los países de
destino porque se producen colapsos en los servicios públicos. A las
únicas que beneficia es a las mafias», apostilló.
   Por
su parte, el Gobierno decidió ayer, en el Consejo de Ministros, asignar un
millón de euros para una campaña de sensibilización en Senegal contra la
inmigración irregular hacia España y, concretamente, hacia las islas
Canarias. Esta es una de las actuaciones de emergencia para publicitar en
Senegal y en otros países del entorno los riesgos de este fenómeno.