La Coalición Pro Defensa del Inmigrante, con sede en Mexicali, pedirá al presidente Felipe Calderón que establezca un sistema para identificar —por medio del ADN— a los más de 3 mil cuerpos de inmigrantes “sin nombre” que han muerto en la frontera con México desde 1994.

José Moreno Mena, presidente de la Coalición y catedrático de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), señaló que el gobierno mexicano tiene la obligación moral de facilitar la identificación de todos los migrantes que murieron en su intento por cruzar a Estadios Unidos, en busca de una vida mejor para sus familias.

El catedrático recordó que esa misma petición (un sistema de identificación de migrantes muertos) se le formuló al ex presidente Vicente Fox, “pero nunca dio frutos y miles de familias siguen sin saber siquiera si tienen un migrante a quién llorar”.
Indicó que desde 1994 creció el número de indocumentados muertos en la frontera, justamente cuando inició la estrategia de desviar el tráfico de indocumentados fuera de las áreas urbanas y hacia los lugares más apartados, con las temperaturas más extremas y las barreras naturales más difíciles de sortear.

Refirió que por su condición de “no identificados”, los cuerpos de los más de 3 mil indocumentados yacen abandonados en fosas estadunidenses “rezagados” a lo largo de la frontera entera.

Están enterrados en el poblado de Holtville, California, con apenas un ladrillo en el que puede leerse un número y la inscripción “John Doe” o “Jane Doe” (los apelativos para los que mueren “sin nombre”) para indicar las fosas, explicó el activista.

En entrevista desde la UABC, Moreno Mena también urgió al mandatario federal que implemente políticas públicas para la atención “especial” a los inmigrantes, pues “se cometen muchas violaciones en contra de ellos (…) todo mundo quiere detenerlos: los policías estatales y federales, y hasta los soldados quienes comenten graves abusos contra los inmigrantes mexicanos y centroamericanos”.