Zapatero regresa de Senegal sin un acuerdo estable para la repatriación de inmigrantes
Dakar accede a devoluciones ocasionales como las realizadas hasta ahora y a que las patrulleras europeas surquen sus aguas para frenar la oleada de cayucos
Diario Sur, 06-12-2006Patrulleras españolas, italianas y portuguesas de la Agencia Europea de Fronteras (Frontex) continuarán surcando las aguas senegalesas para evitar la salida de cayucos con destino a las Islas Canarias. Rodríguez Zapatero convenció al presidente senegalés, Abdulayé Wade, de prorrogar estas patrullas conjuntas, al menos hasta junio de 2007, y así mantener el blindaje del litoral durante la próxima primavera, cuando se prevé que mejoren las condiciones del mar y vuelvan a lanzarse al Atlántico nuevas oleadas de inmigrantes.
La segunda y última jornada de la visita oficial del presidente a Senegal estuvo marcada por la firma de acuerdos sobre inmigración de todo tipo, pero Wade no accedió a estampar su rúbrica sobre el protocolo que más ansiaba España: el compromiso por escrito de que Dakar aceptará la repatriación de todos los inmigrantes ‘sin papeles’ que lleguen al archipiélago canario. Como anécdota, señalar que en el palacio presidencial ondeó una bandera preconstitucional.
Elecciones en febrero
El Gobierno de Wade, que se enfrenta a unas elecciones generales el próximo febrero, dejó bien claro desde el principio de la visita que no firmaría un acuerdo tan impopular entre la ciudadanía, aunque prometió continuar con las operaciones ocasionales de repatriación. Unos dispositivos que en los últimos meses han devuelto a su país a 4.800 de los más de 30.000 senegaleses llegados a las islas españolas en 2006. Rodríguez Zapatero, ante la negativa, advirtió de que la intención del Gobierno es «mantener a ultranza la legalidad y, por tanto, las repatriaciones».
Pero el ‘no’ senegalés a un convenio estable de deportaciones tuvo contrapartida. Wade firmó un acuerdo que aparentemente sienta las bases para la identificación y devolución de los más de 700 menores senegaleses llegados a Canarias durante el último año y de los que buena parte han sido repartidos por centros de acogida de la península.
En otro de los acuerdos, el Gobierno español se compromete a privilegiar la contratación en origen de trabajadores senegaleses por encima de otros países de la zona, tal y como pretendía el Ejecutivo de Dakar.
Rodríguez Zapatero insistió en que «los cauces legales de la inmigración son la única garantía de dignidad» para las personas que abandonan su país. Wade hizo suyas las palabras del mandatario español, pero advirtió al presidente que «a pesar de hacer esfuerzos para lograr que la gente se quede en su país y se sacrifique por la construcción nacional, no se puede impedir que los jóvenes partan en busca de un mejor futuro».
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