madrid – El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, y el
presidente de Senegal, Abdoulaye Wade, acordaron reforzar la colaboración
en la lucha contra la inmigración ilegal, aunque sin fijar un cupo de
senegaleses que puedan venir a España con un contrato de trabajo legal. El
país subsahariano tampoco firmó ningún documento que lo vincule legalmente
con los compromisos adquiridos en este sentido.
   Durante su visita de
día y medio a Senegal, Zapatero consideró prematuro adelantar una cifra de
senegaleses que puedan llegar a trabajar legalmente en España en 2007. El
Gobierno de Dakar pretendía arrancar un pacto por el que, en dos años,
España expediría 4.000 visados para ciudadanos de esa nacionalidad.
   En cualquier caso, da la impresión de que este nuevo acuerdo no va más allá
de otro, rubricado en octubre entre los ministros de Exteriores de los dos
países, mediante el que se creaba algo similar a una oficina de empleo
para contratar en origen senegaleses que lleguen a España con permiso de
trabajo. Ayer, volvió a estamparse un acuerdo de principios sobre este
asunto por el que los dos países se comprometen a firmar, lo antes
posible, un Acuerdo Marco de Cooperación Migratoria que contenga medidas
de fomento de la inmigración legal y de refuerzo de las capacidades
nacionales en la gestión de los flujos migratorios.
   Ambos
gobiernos sí establecieron las bases para proceder a la repatriación de
menores senegaleses que lleguen de forma ilegal a España, tras la
aprobación de un acuerdo sobre la prevención de la emigración de menores
no acompañados, así como su protección, repatriación y reinserción. Ambas
partes acordaron «favorecer» la repatriación del menor a su familia o al
organismo de tutela de Senegal, así como su futura reintegración tras
volver a su país de origen. La parte española prestará asistencia y
protección a los menores que lleguen a territorio español y entregarán en
un plazo de diez días toda la información de cada caso. Por su parte, las
autoridades senegalesas procederán en el plazo de 20 días a la
identificación del menor y su familia. Ante el interés que suscita este
asunto en España, el Ejecutivo de Zapatero insistió en que las
disposiciones finales recogiesen el compromiso de iniciar los trámites de
ratificación del acuerdo por la vía de urgencia.
   Al margen
de la visita de Zapatero, el secretario de Estado español de Seguridad,
Antonio Camacho, entregó ayer al ministro senegalés del Interior, Ousmane
Ngom, una donación de dos patrulleras, cinco vehículos todoterreno y 200
equipos de transmisión para reforzar la lucha contra emigración ilegal.
   Y mientras ambos gobiernos dialogaban, la bandera española ondeaba en el
palacio presidencial junto a la senegalesa. Pero para sorpresa de todos,
en lugar del escudo de la Corona, con el rojo y el amarillo figuraba el
águila franquista, y ésta se mantuvo durante horas. El error de las
autoridades senegalesas se repitió en la rueda de prensa posterior.