Bandas de menores rumanos atemorizan a los comerciantes del centro con robos diarios
Los ladrones sustraen carteras, bolsos y móviles de las terrazas mientras distraen a los clientes
Las Provincias, 05-12-2006Bandas de menores procedentes de países del Este han conseguido atemorizar a los comerciantes y hosteleros del centro histórico tras los continuos robos que perpetran. Aprovechan los despistes de los clientes para sustraerles la cartera o el móvil. Los afectados señalan que profieren amenazas si se les reprende. El problema lo sufrimos a diario, explica el encargado de la cafetería Ateneo, situada en la céntrica plaza del Ayuntamiento. Este trabajador ya está cansado de ver como grupos de menores extranjeros aprovechan cualquier pretexto para distraer a los clientes que se sientan en las terrazas con el objetivo de sustraerles el móvil, la cartera o cualquier objeto que detectan sobre la mesa.
Los niños y niñas, que no superan los 14 años de edad, según testigos presenciales de los robos, tienen una estrategia planeada. Primero, vigilan la mesa para ver qué hay encima. Después se acercan a los clientes con un periódico, tres por cada lado, o con el pretexto de recoger firmas. Colocan la carpeta sobre el objeto y con la misma mano que la sujetan, cogen lo que pueden, apuntan desde la horchatería El Siglo, en la plaza de la Reina.
Responsabilidad
El problema afecta especialmente a los restaurantes y cafeterías de las plazas del Ayuntamiento y de la Reina. También se les ha visto actuar por las inmediaciones de la calle Convento Santa Clara, y todos los testimonios hablan de menores procedentes de países del Este. Los responsables son los padres, que los fuerzan a cometer los delitos, apuntaba un cliente de la cafetería Snack bar.
Cuando no recurren a las terrazas, actúan con la gente de la calle. Desde la asociación de comerciantes del Centro Histórico, una portavoz comentaba que otro de los métodos empleados es abordar al paseante preguntando por una dirección para, durante la explicación, tratar de meter la mano en el bolso.
En cuanto los vemos, enseguida nos vamos a la terraza para echarlos. A los clientes les decimos que guarden el móvil. Al ser menores, aunque sean detenidos, los ves al día siguiente aquí, dicen desde la cafetería Ateneo.
Los comerciantes reconocen sentir una impotencia total, como lamenta un camarero de la cafetería Snack bar, en la plaza del Ayuntamiento. Uno de los aspectos más alarmantes es la naturalidad con que actúan. Si les pillas y les dices algo, te plantan cara y te amenazan con golpearte con el portafolios, añaden desde El Siglo. En este aspecto, estamos abandonados, sentencian, en referencia a la falta de actuación policial.
Para erradicar las bandas de niños del Este y otros aspectos relacionados con la inseguridad ciudadana, ayer se reunió el presidente de la asociación de comerciantes del Centro Histórico con el subdelegado del Gobierno, Luis Felipe Martínez, según señalaron desde la asociación.
Tal y como explicó el representante del Gobierno en la Comunitat, se acordó aumentar la presencia policial de cara a la temporada navideña, así como estrechar lazos en materia de colaboración. Martínez explicó a LAS PROVINCIAS que la Policía Nacional va a asesorar a los comerciantes en la colocación de medidas de seguridad pasivas, como videocámaras y rejas.
Sobre la proliferación de robos perpetrados por menores extranjeros, Martínez señaló que los agentes de la zona los tienen controlados.
Al fin y al cabo los niños son unas víctimas más, señaló el subdelegado. Sobre las medidas que se toman cuando se detiene a uno de los menores, añadió que los hechos se ponen en conocimiento de sus padres y si procede, se les denuncia.
Si los padres no acuden a la comisaría a recoger al menor, el caso se pone en conocimiento del fiscal de menores para que actúe en consecuencia. La Policía siempre hace un seguimiento del menor, ya que han detectado que los padres no acuden a recogerlos y descargan responsabilidades en el niño para evitarse sanciones. Cuando sale de un centro de acogida o de comisaría, suele ser esperado por los progenitores, momento en que actúan los agentes.
jbatista@lasprovincias.es
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