Madrid – La relación de vuelos que se han realizado en los últimos meses
para repatriar inmigrantes irregulares, que el Gobierno ha remitido al
Congreso de los Diputados, confirma la denuncia de la Policía de que en
bastantes de estos desplazamientos no se han cumplido los protocolos de
seguridad. Según la Confederación Española de Policía (CEP), la normativa
establece que «por cada extranjero repatriado deben viajar dos policías».
   Sin embargo, el listado que ha entrado en el registro de la Cámara Baja, a
cuenta de un requerimiento de información por parte del Grupo Popular,
revela no sólo que no se respeta esa regla, sino que son muchos los vuelos
en los que los agentes, como informó este periódico a finales de octubre,
han tenido que prestar vigilancia a más de un extranjero.
   Las
deficiencias de seguridad se hicieron más patentes después del verano,
coincidiendo con el cenit de la crisis de los cayucos y el desbordamiento
del Gobierno para atajar la llegada masiva de «sin papeles».
   Proporciones desequilibradas
   Dejando a un lado el
caso particular de Marruecos, los datos del Ministerio del Interior
señalan que es en septiembre y, sobre todo, en octubre cuando da un vuelco
la relación de funcionarios y de repatriados, haciéndose más patente las
carencias de escolta en comparación con los meses anteriores.
   Así, por ejemplo, el 20 de febrero viajaron 77 policías por 31
«irregulares» con destino a Nigeria; el 26 de marzo, 87 por 50 repatriados
a Mauritania; el 31 de mayo, en un vuelo a Senegal, eran 134 agentes por
99 «sin papeles»… El mes pasado se invirtieron las tornas al
equilibrarse la proporción de uno y otro lado e, incluso, darse bastantes
casos de vuelos en los que son más los repatriados que los agentes. Con
destino a Senegal, el 9 de octubre viajaron 73 agentes y 80 inmigrantes ;
el día 11, la relación fue de 69 por 80; el día 16, 71 por 90…
   El mismo desequilibrio se observa en el caso de las repatriaciones a
Marruecos, vía Melilla, con la particularidad de que desde principios de
año se incumplen notoriamente los protocolos de seguridad de los que habla
el sindicato CEP.
   En un vuelo del 12 de febrero, los escoltas fueron
12 y los repatriados 67; en otro del 1 de junio viajaron 15 policías con
55 repatriados; el 11 de julio, 16 por 26; el 29 de septiembre, 20 por
35…
   Esta información oficial es consecuencia de la batería de
preguntas que el portavoz del Partido Popular en el Congreso, Eduardo
Zaplana, anunció con motivo de una información de este periódico al hilo
de una denuncia policial sobre que no se cumplían las condiciones de
seguridad en las repatriaciones de los inmigrantes ilegales procedentes de
Senegal.
   Zaplana llegó a solicitar la comparecencia del ministro del
Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, para que diera cuenta a la Cámara de
los calificados por la propia Policía como «vuelos de la vergüenza», dado
que también hay denuncias sobre que las Fuerzas de Seguridad del Estado
viajan sin las vacunas exigidas, acerca de que se entrega dinero u
obsequios a las autoridades locales que reciben en el país de destino a
los inmigrantes y sobre que se entrega dinero a los propios irregulares
que son repatriados. La crítica del PP al Gobierno por su política de
inmigración ha incluido siempre la acusación de «oscurantismo».
   Por cierto, el Ejecutivo también admite en la información que ha remitido
al Congreso que el fuerte incremento de inmigrantes en las Islas Canarias
sobrepasó la capacidad de acogida de los centros de internamiento, y de
ahí que se tuviera que habilitar la comisaría Tenerife Sur.