Teme el ‘efecto llamada’ de los meses previos a abril, en que será obligatorio A partir del 1 de abril, todos los bolivianos que entren en España, y en cualquier país del resto de la UE, necesitarán un visado aunque su viaje sea por motivos turísticos. Pero el Gobierno español, que presionó a favor de esta medida para frenar la ola migratoria de ciudadanos andinos sin papeles, se queja de la tardanza de la Unión en atender su demanda y de la avalancha creada en la espera.

Aunque el visado lleva meses debatiéndose – al menos desde agosto de manera pública – y se llegó a un acuerdo provisional el 23 de noviembre, hasta ayer los ministros de Justicia e Interior no aprobaron formalmente la inclusión de Bolivia en la lista de países cuyos ciudadanos necesitan visado para viajar a la UE. La medida tardará aún otros cuatro meses en entrar en vigor, lo que está produciendo, según España, un efecto llamada en estos últimos meses de paso libre por las fronteras europeas.

Las dos compañías que vuelan entre La Paz y Madrid lo hacían sólo una vez a la semana; ahora, han pasado a cinco y tienen sus aviones llenos hasta, al menos, el final del año, según recalcó ayer Alberto Navarro, secretario de Estado para la UE. Los aviones de regreso desde Barajas, en contraste con el éxito en las idas – que han triplicado su precio – , vuelan casi vacíos.

Navarro también lamentó la «paradoja» de la rapidez con la que la Comisión Europea aprobó en septiembre, «con nocturnidad y alevosía» – sin el debate entre los Estados miembros ni en el Parlamento Europeo – , el nuevo reglamento de prohibición de líquidos en el equipaje de mano para volar, en contraste con la lentitud con la que la UE procede cuando se trata de la contención de la inmigración ilegal. Según el Gobierno, ya entran en España, de media, 500 bolivianos sin permiso de trabajo al día y, desde septiembre, el número no ha hecho sino aumentar.

«Tenemos que buscar la manera de imponer un visado, cuando hay razones de seguridad o razones objetivas de inmigración, de una manera mucho más rápida», insistió el secretario de Estado español, en rueda de prensa. La llegada masiva de bolivianos tras el anuncio del futuro visado, según él, es «muy difícil de explicar a la opinión pública» y «demuestra que algo no funciona».

Sólo algunos de los vecinos latinoamericanos, como Cuba o la República Dominicana, afrontan esta exigencia que la UE aplica a 133 países en el mundo, pero Bolivia era hasta ahora el único de la comunidad andina – a diferencia de Ecuador, Perú y Colombia – al que no se le pedía ningún papeleo más allá del pasaporte. Según la UE, la imposición del visado es necesaria por «la presión migratoria intensa y persistente» y el incremento de las «detenciones y condenas de los bolivianos».

Al presidente del país no le ha sentado especialmente bien la nueva obligación. La semana pasada, durante una visita a La Haya, Evo Morales recalcó que hace 500 años su país «no exigió visado a los españoles».