El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, viajará este lunes a Dakar para reunirse con el presidente de Senegal, Abdoulaye Wade, e impulsar la puesta en marcha de acuerdos de repatriación y cooperación con el objetivo de frenar la inmigración ilegal procedente de este país africano.

Zapatero viajará a Dakar acompañado de su esposa, Sonsoles Espinosa, y encabezando una delegación de la que formarán parte los ministros de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos; Justicia, Juan Fernando López Aguilar, y Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera.

La presencia de Zapatero en Senegal, según dijeron fuentes del Gobierno, se enmarca en el notable incremento de las relaciones bilaterales a consecuencia de la colaboración necesaria para hacer frente a la inmigración ilegal que llega a las costas españolas procedente de éste y de otros países subsaharianos.

Repatriación

En mayo pasado, ante el inicio de la oleada de cayucos a Canarias, Moratinos se reunió en París con los presidentes de Senegal, Malí y Guinea Bissau, quienes se mostraron dispuestos a corresponsabilizarse para frenar la situación.

Ese mismo mes, el secretario de Estado de Exteriores, Bernardino León, viajó a Dakar para negociar la repatriación de los senegaleses que habían llegado a España de manera ilegal.

Esas repatriaciones comenzaron el 31 de mayo, pero, un día después, el Gobierno senegalés decidió suspenderlas y denunció que los primeros inmigrantes devueltos por España fueron esposados y engañados, lo que obligó a León a viajar de nuevo a Dakar el 2 de junio para exponer la versión del Ejecutivo español.

Días más tarde se reanudaron las repatriaciones de manera discreta, y en agosto, ante la llegada masiva de inmigrantes ilegales, fue el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien se trasladó a Dakar para firmar con las autoridades senegalesas un Memorándum de entendimiento frente a la emigración clandestina.

Este acuerdo permitió que los dos países realizaran patrullas conjuntas marítimas, el despliegue de la operación europea Frontex para vigilar las aguas africanas y la repatriación de 5.000 clandestinos.